Mucho se dice en la actualidad sobre lo que significa VIVIR EL MOMENTO... de lo que sería, en pocas palabras, dejar atrás lo viejo para crear un espacio a lo nuevo por venir. Voltear la página y escribir en forma cotidiana y permanente en las nuevas que esperan como contenido nuestras vivencias.
De buenas a primeras, manifiesto mi acuerdo con la proposición. Sin embargo, debo añadir que vivir el hoy no significa ser irresponsables y así hacer oído sordo a todo, olvidando lo que resultaría ajeno a la coyuntura, o no pensar en el futuro. Vivir el presente implica más bien cambiar la forma en la que uno se para frente a la vida a fin de confrontar los obstáculos que se yerguen ante uno.
Ya que si lo que queremos es avanzar y crecer por lo tanto como personas, lo primero que debemos hacer es liberarnos de las ataduras, andar por la vida “sin mochilas”, y eso se logra, créanme, si uno se concentra en lo que a uno le sucede en este instante... en ese presente que pronto será parte del pasado, pero constituye una plataforma para proyectarnos al futuro.
A título de ejemplo quiero compartir aquí una vieja historia que relata la charla entre un maestro y su alumno. Me la contaron hace algunos años. En el marco de esta, un día el alumno le dice al maestro, “Vendí todo lo que tenía para así ayudar a los pobres. Solo guarde unas pocas cosas para poder sobrevivir... enséñame Maestro el camino de la salvación”.
Observándolo el Maestro le dijo que vendiera las pocas cosas que había guardado y con el dinero fuese inmediatamente a comprar carne a la ciudad. Y que al regreso trajese la carne atada a su cuerpo, portándola a lo largo de todo el trayecto... obvio, el muchacho obedeció a su mentor. En el camino de regreso fue atacado por una jauría de perros y por algunos halcones que querían hambrientos hacerse de la carne.
Ya en su destino final, el muchacho le dijo al Maestro que estaba de regreso: “estoy de vuelta Maestro” fueron las palabras que pronunció mostrando su cuerpo arañado y las ropas que llevaba hechas jirones. La historia nos dice que al verlo, el Maestro le señaló que aquellos que intentan iniciar una nueva vida queriendo mantener un poco de su vida anterior acaban siendo desgarrados por su propio pasado. ¡Tremenda lección!
He compartido esto con todos ustedes pues creo que vale la pena INTENTAR TODO EN LA VIDA cuando queremos iniciar una nueva etapa escogiendo un nuevo trayecto... Lo que pasó ya pasó... hay que dejarlo atrás... no hay ningún camino determinado a priori que nos conduzca a las tierras de la felicidad: tu felicidad es tu propio camino. La vida solo puede tener lugar en el momento PRESENTE, si perdemos el PRESENTE perdemos la vida.
Actuemos siempre en el PRESENTE con verdadera responsabilidad.
Recorda, siempre, LOS MIEDOS PARALIZAN, no permitas que los temores hagan presa de vos. Cuando las cosas se hacen con mucho AMOR, PASION Y DEDICACION es muy difícil equivocarse. Ese es el sentido trascendente de todo presente, eso es lo que acumulando y formando el pasado nos permite crecer como personas y avanzar.
El mantenerse vivo, el vivir y no solo el sobrevivir, requiere mucho esfuerzo de nuestra parte, mucha labor y enorme tesón. Y solamente la ardiente y sacrificada paciencia hará que conquistemos una esplendida felicidad. La que todo ser humano, como vos, como yo, merece.