El joven miembro de la familia real británica - cuyo paso por la zona devastada por la guerra terminó hace cuatro años después de que los medios de comunicación desvelaran su paradero - asegura que "no puede esperar" a volver al frente el próximo año.
"No puedo esperar a volver", les dijo a los invitados a la gala de los premios militares organizada por el diario The Sun el pasado lunes.
Enrique - que ejerció de controlador aéreo en su última etapa - completó recientemente su "duro" entrenamiento de piloto de helicópteros Apache, y "está deseando" usar las habilidades que ha aprendido.
"Estoy deseando llevarlo a la práctica", aseguró Enrique, de 27 años.
Mientras tanto, la paramédica Michelle Ping ha confesado que se quedó impresionada por lo "brillante" que fue Enrique cuando se sentó a su lado en la ceremonia de los premios.
El príncipe Enrique elogió a Ping - que ganó el premio a la mejor reservista - por salvar a un soldado gravemente herido en Afganistán, según publica bangshowbiz.com.
"Enrique se acercó a mí nada más llegar y me dijo: 'Hola Mitch, te sientas a mi lado'. No podía creer que supiera mi apodo. Fue maravilloso. Él es uno de esos chicos, uno de esos soldados con los pies en la tierra. Le pregunté cómo estaba su abuela y qué iba a hacer por Navidad. Él me contestó: 'Haremos lo típico, una reunión familiar'", contó Ping al diario The Sun.