Ante los recientes casos de ciudadanos que por defenderse de la delincuencia y de la violencia que abunda en la capital, asesinaron a delincuentes, los peruanos se preguntan hoy si existe el derecho a la legítima defensa en nuestro país.
El primer caso es el de Luis Miguel Llanos, un empresario que, al ser abordado por dos delincuentes en Miraflores, tomó su arma y les disparó causándoles la muerte. Poco después fue extrañamente detenido por una antecedente de lesiones leves.
El segundo caso, más indignante aún, es el de Gastón Mansilla, quien mató de un disparo a un ladrón que intentó robarle su celular. El joven actualmente se encuentra detenido por homicidio.