La gran promesa incumplida del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, es -sin duda alguna- el cierre definitivo de la cárcel de "Guantánamo", que el país norteamericano arrrendó en la Bahía del mismo nombre, en el este de Cuba.
Aperturado a raiz de los ataques a las Torres Gemeles el 11 de setiembre de 2001, el centro penitenciario para acusados de terrorismo, albergó en un inicio a 20 detenidos (2002), llegando a los 800 reclusos por el miedo instalado entre los americanos.
Sin embargo hoy, a 10 años de su instalación, la cifra de presos ha disminuido notablemente hasta los 171. Estos vienen de diversas partes del mundo desde la erupción de los estadounidense con los países árabes.
"Se ha convertido en un símbolo de los 10 años de fracaso sistemático por parte de EE.UU. en el respeto a los derechos humanos", dijo, a través de un comunicado, Amnistía Internacional.
Ocho reos murieron desde su apertura: 6 se suicidaron y 2 fallecieron por causas naturales. Al menos una docena de reos han sido menores de edad. Además hay varias denuncias sobre abuso.