Un 23 de enero de 1989, el pintor español Salvador Dalí, considerado el artista más importante de la corriente surrealista en el siglo XX, falleció a causa de un paro cardiorrespiratorio en Figueras, a la edad de 84 años.
Los recursos plásticos de Dalí no solo abordaron la pintura, sino también el cine, la escultura y la fotografía.
Como artista manifestó una notable tendencia al narcisismo y la megalomanía cuyo objetivo era atraer la atención pública, algo por lo que fue muy cuestionado.