La actriz británica, que interpreta el papel de una mujer que disfruta sexualmente de los azotes en su última película, 'Un método peligroso', reconoció que estuvo trabajando las expresiones faciales de placer poco antes de mostrárselas por Skype al director del film, David Cronenberg.
"Consulté a varios psicoanalistas sobre ello y me dijeron: 'Todo lo relacionado con el sexo se trata de liberar energía y emociones'. Así que me puse a ello en el baño de mi casa, poniendo caras ante el espejo durante dos días", reveló sobre la preparación de su personaje.
"Después, me puse a hablar con David por Skype y le dije: 'Mira, se me ha ocurrido esta, o esta otra', hasta que él saltó: 'Esta es la buena'", relató la actriz.
Aunque el rodaje de la cinta fue especialmente intenso, sobre todo aquellas escenas que Keira definió como "masoquistas", la estrella tuvo también la oportunidad de relajarse viendo el Mundial de fútbol, según publica bangshowbiz.com.
"La gente suele hablar de lo complicado que es desconectar del trabajo cuando te dedicas a la interpretación, pero en mi caso solo se trataba de centrar la mente en lo que había que hacer en ese momento y dejar lo demás atrás", comentó.
"Aunque es cierto que las emociones a veces se solapan. Te encuentras a ti misma en un estado de ánimo concreto mientras actúas y te preguntas: '¿Es esto lo que siento o realmente no tiene nada que ver conmigo? ¿No será que estoy demasiado metida en el personaje?'", explicó.
"Pero lo cierto es que esto no me pasó durante el rodaje de esta película, sino todo lo contrario. Al final del día pasábamos página y nos íbamos a ver el fútbol. Disfrutábamos mucho viendo los partidos del Mundial y bebiendo cerveza", concluyó.