La reciente captura del senderista “Artemio” ha sido considerada por muchos como el inicio del fin del terrorismo en el Alto Huallaga, ya que se trataba de uno de los remanentes más representativos de la agrupación criminal. Sin embargo, otros reconocidos analistas políticos advierten que el narcotráfico, por su poder económico, sería el reactivador principal de la violencia en la Amazonía.
“Artemio era una Pyme del narcotráfico, solo ofrecía seguridad y tranquilidad a los negocios ilícitos de los narcotraficantes. Hay que tener miedo a los fundamentalista y no a los agentes del narcotráfico”, dijo el ex consultor presidencial Carlos Tapia en “Abre los Ojos”, dejando entrever que el negocio ilícito de estupefacientes en la zona podría reavivar el senderismo.
“Los narcotraficantes aumentarían ahora el numero de sicarios. Por ello debe haber un mayor control policial para que la delincuencia en la zona no se incremente”, indicó el exministro del Interior Fernando Rospigliosi, exhortando al presidente Humala un mayor control en esta parte de la región San Martín, como también para el Valle del Río Ene y Apurímac (VRAE).
De esta forma ¿El narcotráfico se convertirá en el nuevo enemigo a vencer por parte del Estado en la selva?