Raúl Romero: "Los líos que he tenido me los busqué solo"

Pensábamos que, al salir de América, te irías a tus cuarteles de otoño por una temporada, que no necesitas trabajar.

¿Qué te hace pensar eso? Te aseguro que no has revisado mi estado bancario, y mucho menos los de la Sunat.

¿Eres mal administrador de ti mismo?
Al principio sí. No solo eso, sino que fui desordenado, tuve que asumir compromisos de largo plazo con el ente fiscal para  poder subsanar mis desórdenes.

¿Qué te ata a la televisión?
Es mi trabajo, es lo que me gusta…  Detrás de todo artista hay un impulso de expresión, uno de cuyos objetivos es la recepción de lo que expresas.

¿Eres lo que llaman 'animal televisivo'?
No lo sé, no solo televisivo, ¿no? Yo creo  que siento un tipo de atracción a exponerme, a que me vean, no sé, a ser evaluado, a gustar... 

Ya que hablamos de animales televisivos, ¿qué animal serías?
¿Si yo fuera un animal realmente? Yo creo que sería algo así como un hipopótamo. Da miedo, asusta, es intimidante, pero en el fondo no se mete con nadie. Me gusta estar flotando en la charca, comiendo mis hierbitas.

¿Te gusta la charca que es la televisión?
Sí, sí, la charca… A mí me gusta estar tranquilo, no buscarme muchos líos.

Pero eso es ahora, ¿no?
Los líos que yo he tenido, me los he buscado solo (risas).  

¿Como cuando dijiste eso de “daños colaterales”? 
Eeeh, yo no lo suponía así, pero definitivamente sí, ¿no? Uno tiene que ser más amoroso y, por último, hasta piadoso con lo que dice...

¿Te arrepientes de ese episodio…?
¡Por favor! ¿En qué país has estado?

Sé que te has disculpado, pero yo hablo de tus procesos internos, personales.
Sí, lo he hecho, me he disculpado, sinceramente… Lo he hecho mucho más allá de lo público. Mis disculpas han llegado a acciones personales, concretas y de la cuales no tengo por qué hablar.

¿Expiaciones?
Sí, me he agarrado a cuerdas…(Ríe) Las disculpas se piden de corazón y alcanzan a las personas que uno siente haber hecho daño, no a los demás.

De todo ese episodio, siempre me inquietó saber qué sentías cuando la gente te mostró su indignación. 
¿Realmente quieres hablar de eso?
Con esto terminamos... ¿Qué significó para el chico amado de las multitudes ese cambio de la gente?
Una convulsión como la que vivió el país, política, delincuencial, tiene expresiones en muchos aspectos, y  los peruanos estábamos exacerbados. 

No sentiste que el público que unos días antes te adoraba hubiera cambiado.
No, ¡si yo al lunes siguiente tuve 21 puntos de rating…! No confundamos opinión pública con un sector combatiente de una posición política, ¿no? Yo te voy a preguntar a ti y ojalá puedas ponerlo en la entrevista: a ti como periodista, ¿qué te pareció esa escena…?

¿La escena de los huevos? Yo rechazo todo linchamiento…  
Me encanta tu respuesta como persona, yo te conozco, sé cómo eres… Pero, ¿sabes qué respuesta esperaba yo de ti? Una respuesta como periodista… Yo di una opinión equivocada, cruel, absurda, improcedente. ¡Pero era una opinión, el mayor valor que un periodista debe defender en su vida...! (sigue una larguísima discusión).

Para empezar de nuevo: ¿qué ha cambiado esencialmente en ti en estos 19 años en la televisión?
Primero, que he aprendido que esta es una carrera con éxitos y fracasos, que el éxito no está asegurado. Segundo, que hay que saber manejar las expectativas propias y las ajenas. Uno tiene que analizar a dónde va a ingresar, y si tiene que rechazar una oferta porque las expectativas que se están generando son excesivas, pues a hacerlo, sin miedo.

¿Sigues pensando que Raúl Romero no es viable en un canal si no da rating?
Básicamente sostengo lo mismo, pero las circunstancias de los canales no son todas iguales.  

¿Ahora eres más realista? En Panamericana no vas a tener un súper rating...
Lo interesante es que el canal también es realista y espero que en eso me acompañe. O sea, nadie puede pretender que yo tenga el rating que he tenido en América, ¿no? Yo tenía una propuesta para continuar, pero ha sido muy importante lo que Panamericana está proyectando: está en un proceso de adquisición de equipos, de cambios estructurales…  ¡Hay ganas de probar con cosas! Esta es una etapa con una perspectiva mucho más televisiva.

¿Se espera que tú seas la locomotora que jale esa nueva etapa?
Yo no puedo evitarlo, es una responsabilidad y tengo que asumirla. Pero también tengo que decir algo: el canal tiene ya un luchador, que es Aldo Miyashiro, una persona que está empujando el carro con resultados muy valorables.   

¿Te preocupa el futuro? ¿Cómo te ves en televisión de acá a 20 años?
Un poco más calvo. Tú me conoces, yo soy así, bromista juguetón. Y yo voy a estar en la televisión hasta que el público y Dios lo decidan. O sea, que se olviden de que yo, por un momento, piense que ya no estoy para esto. Me encanta, me gusta, me siento bien. Es una de las pocas cosas que sé hacer.

(Con información de La República).