Como un atropello a la dignidad y la salud de las personas de La Oroya fue considerado por el Arzobispado de Huancayo la nueva solicitud de Doe Run Perú, que por tercera vez ha pedido la ampliación del plazo para cumplir con su Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA), luego de haber tenido más de diez años para hacerlo y no mostrar voluntad a pesar de las facilidades que le brindó el Estado Peruano.
“Ante la solicitud de una tercera ampliación del PAMA, no podemos callar porque su incumplimiento es un atropello a la dignidad y la salud de las personas de La Oroya y de los trabajadores del Complejo Metalúrgico que se ven obligados a laborar en condiciones letales a su integridad”, así lo señaló mediante un pronunciamiento publicado hoy, a pocos días de debatirse en el Congreso de la República un proyecto de ley que le permitiría a esta empresa volver a funcionar a pesar que diversos estudios han demostrado el grave daño a la salud de la población y al medio ambiente.
En los próximos días el Congreso debatirá el Proyecto de Ley 636/2011_CR, el cual le permitiría a Doe Run Perú reiniciar sus operaciones y le brindaría impunidad para seguir contaminando y afectando la salud de sus pobladores legalmente, entre otras concesiones.
Al respecto, los representantes de la Iglesia de esta ciudad señalaron que “Doe Run, por segunda vez (2009), obtuvo una ampliación de 30 meses para cumplir con el PAMA, sin embargo, de manera reiterada, no ha cumplido con sus obligaciones ante el país. Por eso nos indigna que, con estos antecedentes, solicite nuevamente al Estado Peruano una nueva ampliación de 30 meses más, que volvería a afectar gravemente la vida y la salud de la población”.
En dicho comunicado, el Arzobispado de Huancayo informó que la calidad del aire en esa ciudad mejoró notablemente desde que en el 2009 Doe Run dejó de funcionar, reduciéndose en 99.5% la concentración de dióxido de azufre y 98.8% la presencia del plomo en material particulado, según el monitoreo comparativo de calidad de aire del Proyecto El Mantaro Revive realizado en diciembre del 2009.
“Nos alienta saber que según los resultados de los censos hemáticos realizados en La Oroya, por el Convenio Minsa-Doe Run Perú y el Gobierno Regional de Junín en el 2008, con el complejo en actividad, indican que solo el 5.91% de los evaluados tenían niveles menores a 10 microgramos de plomo por decilitro de sangre (µg/dl). Mientras que en noviembre del 2011, con más de dos años de paralización, el 52.9% de los evaluados tienen niveles menores a 10 µg/dl.de plomo en la sangre”, así lo reveló el pronunciamiento del Arzobispado.
A pocos días de discutirse la aprobación de una nueva prórroga a Doe Run, representantes del Arzobispado de Huancayo solicitaron al gobierno la reactivación del Complejo Metalúrgico, “solo después del cumplimiento del Programa de Adecuación y Manejo Ambiental que asegure la vida, la salud y un trabajo digno”.