Carlos Basombrío: "Omar Chehade está liquidado políticamente"

Los primeros tres meses de Ollanta Humala en el poder bajo la aguda mirada de Carlos Basombrío. El futuro de Omar Chehade, los escándalos que aparecen en la bancada oficialista y una hipótesis personal: “Hay una pugna interna en el gobierno”. Para el analista político, el futuro del gabinete Lerner es incierto.

Nadie podrá acusar a Carlos Basombrío de ser un antihumalista, pero tampoco lo podrán acusar de ser complaciente con Ollanta Humala. El ex viceministro del Interior es un duro crítico de las malas decisiones del gobierno pero, al mismo tiempo, sabe reconocer lo bueno que se ha hecho hasta ahora. Por eso es interesante conocer su evaluación de los primeros tres meses de la gestión de Gana Perú.

–Esta semana escribiste en tu columna que Omar Chehade “ya fue”...

–Cuando yo digo que “ya fue” quiero decir que políticamente está liquidado. Era una persona que aspiraba a grandes cosas; una semana antes (del destape) decía que quería ser presidente...

–¿Es un ‘cadáver político’?

–Bueno, te diría eso de que en política no hay ‘cadáveres’ y tal... pero es una persona que en esta etapa de su vida está liquidada como lo que él quería ser: una figura prominente de la política peruana, con perspectivas a futuro.

–¿Qué debería hacer con él este gobierno?

–Esperar el resultado de las investigaciones (de la Fiscalía) fue una salida suficiente hace diez días, pero podría dejar de serlo si es que la opinión pública empieza a verla como tolerancia hacia Chehade. Mi impresión es que el desenlace de todo esto es solo uno: el señor Chehade va a tener que dejar la vicepresidencia.

–¿Humala debería pedirle que renuncie?

–Sí, creo que debería pedirle la renuncia. A lo que sabíamos antes se han sumado las revelaciones sobre el Tren Eléctrico, sobre las que el premier ha tenido que salir a explicar que Chehade hizo una gestión que no le habían solicitado.

–¿Qué significa el Caso Chehade en estos primeros tres meses de gobierno?

–Es una prueba de fuego. El gobierno llegó con un mensaje anticorrupción pero tuvo un bache feroz con el viaje de Alexis (Humala) a Rusia. El presidente logró pasar el bache diciendo que se iba a investigar con severidad y se le perdonó. Pero el de Chehade es un caso fuerte y se suma al del conjunto de congresistas de la alianza oficialista que tienen gravísimas acusaciones. Creo que si el gobierno actúa con mucha energía y con mucha claridad el país lo va a recibir bien.

“Gana Perú no dijo la verdad”

–La bancada oficialista. Hay al menos diez congresistas de Gana Perú denunciados por corrupción y delitos y escándalos varios. Y van solo tres meses...

–Lo que hace suponer que podrían salir más casos que no conocemos todavía...

–¿Esta bancada nacionalista es peor que la anterior?

–(Piensa). Es complicado de decir. La bancada anterior tenía la característica de ser la de un partido derrotado. Y lo que pasó fue que el transfuguismo la afectó de inmediato, lo que no está ocurriendo ahora. Tuvo un segundo problema, que fue que se partió en dos: UPP se fue por un lado y quedaron 20 congresistas nacionalistas. Y luego vinieron varios congresistas vinculados a cosas negativas...

–Aparecieron el ‘comepollo’, el ‘mataperro’, la ‘robaluz’...

–No sé si esta bancada es peor, y no creo que sea un problema exclusivo de Gana Perú. Lo que podría decir es que con la mala experiencia que tuvieron en el Congreso anterior debieron tener mucho más cuidado a la hora de elegir a sus candidatos, y eso no parece haber ocurrido. Este señor Amado Romero no es una persona desconocida en Madre de Dios. ¡Ha estado preso!

–Quienes lo nombraron candidato...

–Sabían perfectamente quién era. Y sabían perfectamente que la señora Anicama tenía un negocio ilegal. Y en el caso de Fuerza 2011 ocurre lo mismo. Es importante señalarlo porque sería unilateral decir que este es un problema exclusivo de Gana Perú. Pero, evidentemente, yo no me creo ese discurso de que recién ahora se han dado cuenta quiénes eran.

–¿Qué criterios crees que primaron a la hora de seleccionar los candidatos?

–Primó el criterio de cuánto dinero podían aportar y cuántos votos arrastrar.

–Si Gana Perú sabía que reclutaba candidatos que tenían tremendos ‘anticuchos’, mintió al decirles a sus electores que ellos representaban la “honestidad para hacer la diferencia”.

–Bueno, no les estaban diciendo la verdad. Los dirigentes tienen que asumir una responsabilidad. Como lo tienen que hacer los de Fuerza 2011 por haber puesto a un proxeneta sentenciado y los de Perú Posible por poner a una persona que tuvo una negociación ilegal con un banco para limpiarse de una deuda.

“Hay una pugna en el gobierno”

–A este gobierno también se le critica la improvisación en el nombramiento de puestos clave. El mejor ejemplo es lo que está pasando en el Ministerio de Cultura.

–Tengo la mejor opinión de Susana Baca como persona y como cantante, pero no estoy seguro de que reúna los requisitos para dirigir un ministerio. En el ministerio ya ha habido deserciones y cambios muy importantes.

–Lo que evidencia ausencia de liderazgo...

–Mi hipótesis es que hay una pugna más amplia en el gobierno, que es la que ha determinado la salida del viceministro Vicente Otta y de la jefa del Indepa Raquel Yrigoyen, y que está vinculada a discusiones más amplias sobre la reglamentación de la Ley de Consulta Previa.

–¿La pugna es entre quienes defienden los intereses de las comunidades y quienes defiendan los de las empresas?
–No lo sé, pero sé que hay una disputa importante allí.

–¿Es la única fisura que ves?

–El gobierno ha jalado gente de todo tipo. Desde personas muy liberales hasta personas muy radicales de izquierda, y ellos piensan que esta convivencia es posible. Yo tengo mis dudas. Por ejemplo, en este momento está en discusión si Minas Conga, que es una inversión de 4,800 millones de dólares, continúa en Cajamarca o se va. ¿Qué va a primar? Hay un sector del gobierno que plantea que Minas Conga pare. Hay otro sector que plantea que es una inversión importantísima. ¿Es posible que concilien? Repito, tengo dudas.

–¿Salomón Lerner tiene la capacidad de conciliar esas posiciones?

–Ha pasado muy poco tiempo para decirlo pero hasta ahora ha demostrado ser un buen primer ministro. Creo que es una de las pocas personas que tienen una actitud independiente frente al presidente y que si el presidente se equivoca, se lo dice. Por ejemplo, cuando Humala no quiso responder la pregunta sobre la reelección, fue el único del gobierno que dijo que el presidente se había equivocado.

–¿Este es un gabinete inconsistente?

–No, no. Creo que es un gabinete al cual todavía le falta mostrar que puede funcionar como orquesta. Están en la etapa de los ensayos y se siente cómo desafinan. Más que el gabinete, me parece más importante la pregunta de si esta coexistencia es viable a mediano plazo.

–Tú no crees que lo sea.

–Lo planteo de esta manera: creo que el sector más promercado de este gobierno se siente muy incómodo con las posiciones de, digamos, Javier Diez Canseco. Y Javier Diez Canseco y el entorno de funcionarios que piensa como él se sienten muy incómodos con el ministro Miguel Castilla. ¿Esto funcionará? Yo lo dudo.

–Una frase que defina estos tres meses de gestión.

–Un gobierno con luces y sombras. Yo veo a este gobierno como la arcilla de un escultor que está haciendo una estatua. Creo que la arcilla está todavía húmeda y por tanto muy moldeable, y no sabemos del todo cómo va a ser el resultado final. Y tenemos un escultor inexperto, pero que puede aprender.

Lo bueno del trimestre

Tres cosas buenas del gobierno en estos tres meses.

Primero, todo el tema de la inclusión social, que lo está manejando muy bien. La creación del Ministerio de Inclusión Social, el nombramiento de la ministra, la definición de los programas que van a ir, etc. En segundo lugar, hasta ahora está cumpliendo su promesa de respetar la democracia y los derechos humanos. No hay nada que se le pueda reclamar al respecto. Y, tercero, está cumpliendo la Hoja de Ruta, con la que fue elegido en la segunda vuelta (Con información de La República).