"Tenía que repetir cada frase en voz baja”, aseguró el protagonista de Harry Potter quien ha confesado que durante su infancia sufrió un trastorno obsesivo compulsivo que se desarrollo cuando sólo tenía cinco años.
Asegura que empezó a acudir a terapia cuando su ansiedad se hizo excesiva, al extremo de utilizar cinco minutos en apagar la luz, aunque confiesa que este año no ha acudido a sus sesiones de ayuda: "Este año no he acudido a terapia todavía y creo que lo echo de menos".
Finalmente, deja un mensaje a todos aquello –que como él- sufren de esa enfermedad: “Quiero animar a todas las personas a que vayan a terapia. No quiere decir que estés loco o seas débil".