La que fuera niña Disney, que estuvo en rehabilitación el año pasado tratándose de recuperar de su bulimia y de las autolesiones que se producía, confesó que algún otro de sus comportamientos también podría ser reprochable.
"Me gusta romper cosas. He destrozado camerinos solo por el placer de hacerlo. Me gusta tirar cosas cuando estoy aburrida. Un día que trataba de atrapar un trozo de carne en el aire, ¡acabó todo en una guerra de comida! He hecho cosas de las que probablemente no debería hablar", aseguró.
Tras decidir contar su historia de rehabilitación en el documental de MTV 'Stay Strong', Demi cuenta que se sintió como "una Kardashian", por todas las cámaras que había.
"No estaba acostumbrada a tener cámaras a mi alrededor todo el tiempo. Era algo incómodo, pero fue toda una experiencia. Fue para algo bueno", contó a la emisora neoyorkina Z100.
En el programa admitió haber reincidido desde que abandonara el centro de rehabilitación, pero se muestra convencida de que seguirá su lucha, según publica bangshowbiz.com.
"No puedo decirte que no haya vomitado desde que terminé el tratamiento. No puedo decirte que no me haya cortado. No soy perfecta. Esta es una batalla diaria a la que me enfrentaré el resto de mi vida", declaró.