Una joven marroquí de 16 años se suicidó luego que su familia la obligara a casarse con un hombre mayor por 10 años y que la ultrajó sexualmente.
Según informa el diario “Al Massae”, el pasado sábado la menor decidió tomar un veneno para ratas en la casa de la familia de su marido.
La adolescente estaba cansada del maltrato y la humillación a la que era sometida tanto por la familia del violador como de su propia familia, por lo que tomó la fatal decisión.
Cabe mencionar que según la legislación marroquí, el violador queda exento de toda culpa si accede a casarse con la víctima. Una ley que muchos padres aceptan para “salvar” la honra de sus hijas y para resolver el daño causado con la violación.