Sigrid Bazán: "La calidad académica y la democracia valen más que un título"

Sigrid Bazán nos recibe algo ajetreada en su oficina de la FEPUC. Desde que es presidenta de la Federación de Estudiantes no tiene tiempo para dedicarse a otra cosa. Defiende férreamente la autonomía de la PUCP y está casi segura de que por esa razón les quitarán el título honorífico de ‘pontificia’. No puede empezar la entrevista sin antes coordinar la agenda de trabajo con el resto de integrantes de la federación. Se despide de ellos, da un respiro y empieza el diálogo.

¿No hay un conflicto entre la enseñanza de libre pensamiento que propone la PUCP y el pensamiento más bien cerrado de la Iglesia?

Creo que la postura de la Iglesia no necesariamente es que sea cerrada. Hay sectores de la Iglesia mucho más conservadores que otros, pero las constituciones apostólicas a las que apela el Vaticano y monseñor Cipriani son constituciones que permiten la investigación por sobre otra cosa. No creo que sea contradictorio más que con un sector conservador de la Iglesia y que esperamos no se le haga caso.
 

¿En la PUCP hay un sector conservador?

No he visto muchas agrupaciones conservadoras. Debe haber alguna, probablemente. No sé si la agrupación Riva Agüero tenga una postura conservadora. Sé que todos son católicos practicantes. Lo que sí me apena es que no vengan a conversar con la federación y salgan en los medios a decir “todos los estudiantes tenemos también esta postura”.


¿Es una minoría? Porque no recuerdo haber visto o escuchado a la agrupación Riva Agüero en setiembre pasado.

Creo que es una minoría conservadora que no tolera y no respeta la opinión de los demás. Porque cuando uno tiene una opción distinta va y la confronta, pero no va a los medios a decir que los estudiantes estamos divididos.
 

¿Tienen representantes en la asamblea, es decir, gente que apoya a la Iglesia?

Sí hay gente que apoya a la Iglesia en la asamblea.
 

Pero es una minoría.

Siempre es minoría la gente que se cierra en una postura. Yo he visto que hay una mayoría (en la asamblea) que está abierta a dialogar con el tema del Vaticano, lo cual no necesariamente está mal, siempre y cuando se den los espacios en los que no se viole la autonomía y los estudiantes puedan participar.
 

En el comunicado al término de la última asamblea se dice que se puede dialogar siempre y cuando la Iglesia tenga presente que la PUCP no modificará sus estatutos.

El problema es que la adecuación a los estatutos está. Si la Iglesia tiene una propuesta distinta, como por ejemplo que la Iglesia pueda tener una mayor participación en la asamblea con un número mayor de obispos que puedan asistir y con voto (…), con esas cosas no tenemos problema, pero discutir de nuevo sobre reformas que ya han sido aprobadas y que han sido denegadas no tendría sentido.


¿El ultimátum significa que tienen que adecuar sus estatutos antes del 8 de abril?

Claro, pero es algo que nosotros no entendemos. Cómo va a haber un diálogo con una fecha y una especie de opinión cerrada con respecto a ‘hasta acá tienes para hacer esta cosa’.
 

¿Cuál sería la consecuencia de rechazar el ultimátum?

La primera consecuencia que se evalúa es el título honorífico de ‘pontificia’.


Entonces, van a perderlo.

Si es que no se decide ceder en términos de autonomía, lo más probable es que sí. A menos que la Iglesia esté dispuesta a ceder en lo que nosotros propongamos.

 
¿Y qué sensación te deja eso?

Yo creo que hay muchos que han entrado a la universidad por el tema de que es católica, pero el tema de pontificia es manejable. No creo que se retire el título honorífico de ‘pontificia’ y sea necesariamente romper con la Iglesia.

Van a preservar la autonomía de la universidad a cambio del título de ‘pontificia’, ¿esa es la situación actual?

Yo prefiero que la calidad académica, la representación y la democracia de nuestra institución se preserven antes que un título.

¿Eres pituca?

No. No es que vaya a comprar toda mi ropa a Larcomar, no me alcanza tampoco para eso. No es que pueda pedirle a mis papis. Yo también he trabajado, no es que me hayan mantenido toda la vida. Pero creo en los derechos humanos y al mismo tiempo me considero de izquierda, creo en la democracia y la defiendo. Si en esto hay alguna contradicción en que los de izquierda tenemos que ser todos terroristas, odiar los derechos humanos y vivir en chozas, entonces, lamentablemente no soy de esa izquierda.


Pero también está la Derecha Bruta y Achorada (DBA).

Son ahora dos términos antagónicos: o eres caviar o eres DBA. Más que DBA sí hay derecha que no lanza argumentos y que si los lanza no sabe debatir y no busca espacios de debate. Por ejemplo, que te digan caviar no es un argumento para deslegitimar lo que tú estás diciendo. Creo que una derecha que soluciona los conflictos o los debates con decir caviar al otro sector no está utilizando mucho su inteligencia para debatir.
 

¿Por quién votaste en las últimas elecciones?

Voté por Ollanta en las dos vueltas.


¿Por qué?

Por el primer plan de gobierno. Además, porque uno de los candidatos al Congreso también es de mi partido que es el Partido Socialista y que es Javier Diez Canseco. Creía que las propuestas que tenía Ollanta eran significativas o necesarias como la reforma tributaria o más impuestos a las mineras.


¿”Eran” dices?  

Eran porque no las he visto materializarse.


¿Se ha derechizado?

No sé si se ha derechizado. Mientras antes era más el resto del Perú el que apoyaba a Ollanta y no tanto Lima, hoy en día es la Confiep que sale al costado. Creo que está tratando de tocar muchos temas, no sé si aventurarme a decir que de manera populista. Creo que muchas cosas se han dado de forma pero no se ha tocado absolutamente nada de fondo.
 

¿Tú, como hacen muchos, asocias el gobierno de Alan con corrupción?  

Sí, por supuesto. Y no solo con corrupción sino también con un desvinculamiento total con el resto del Perú. Alan García era Alan García y el tema de los ciudadanos de segunda y tercera categoría. Yo veía un vínculo claro entre lo que para mí representaba el gobierno de Alan García y el discurso de PPK en las últimas elecciones.


Creo que te molesta que te hayan comparado con Camila Vallejo.

Sí. Me llega, en verdad, porque no estamos en Chile, no estoy liderando un movimiento a nivel nacional ni por la educación pública y privada en general. Son personajes distintos y ni siquiera creo que se comparen por un tema de política sino por un tema de que ella tiene ojitos claritos y Sigrid también. A mí me parece ridículo (Con información de Diario 16).