Sábado 04 de mayo 2024 | Contáctenos
“La problemática forestal no se vincula sólo a la explotación de madera. Lo forestal incluye tierras de uso, mayor protección, bosques naturales, la administración de la biodiversidad, bosques plantados en tierras del Estado, los recursos forestales y de fauna silvestre”, señaló el ingeniero Gustavo Suarez de Freitas, experto en temas forestales, tras participar en la reunión de trabajo "Elementos para la Política Forestal Nacional", evento organizado por el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN).
Al respecto, señaló que nuestro país ocupa el noveno lugar en superficie de bosques. Actualmente contamos con 10.5 millones de hectáreas con aptitud para la reforestación. Sin embargo, hay una limitada cultura forestal y cada año se deforestan 150,000 hectáreas, acumulándose 8 millones de hectáreas deforestadas. “Nuestro país vecino del sur tiene menores superficies pero las aprovecha mejor. Todos los países de la región, desconociendo que ocurre en Bolivia, tienen una mejor gestión forestal que el Perú”, sostuvo.
Suarez de Freitas señaló que hay causas económicas, institucionales y socio-culturales que explican la deforestación de los bosques. “La población migrante no sabe vivir del bosque. El campesino no es bosquesino”, acotó.
Sobre las causas económicas indicó que es lamentable constatar como los bosques se aprovechan para otros usos. A ello hay que sumarle la debilidad de nuestras autoridades, los derechos incompletos e inseguros, el poco control, la falta de información y de catastro. “Lo que tenemos es tala ilegal, desconfianza, una industria poco competitiva, que no aprovecha su potencial. Tenemos comunidades pobres siendo titulares de ricos bosques. Se desaprovechan recursos, sin generar riquezas y hay ausencia de financiamiento para la actividad”, comentó.
Perú no es un país forestal a pesar de sus recursos
“El tema forestal no es sostenible ecológicamente, no es inclusivo socialmente, ni es competitivo económicamente. La reforma del sector forestal es imperiosa”, agregó.
Según Suárez, la propuesta debe integrar las demandas del sector empresarial, los compromisos internacionales, la demanda de pequeños extractores sin bosques, las demandas de las comunidades nativas, el proceso de descentralización, aprovechar oportunidades del mercado de servicios de los ecosistemas y la perspectiva del gobierno.
“Hay que buscar soluciones viables, establecer marcos institucionales adecuados, considerar las necesidades y características propias de los diferentes actores”, refirió.
En tal sentido, propuso un conjunto de recomendaciones iniciando con la necesidad de incorporar la política forestal en el Acuerdo Nacional. En segundo lugar, aprobar un documento de política nacional forestal y de fauna silvestre, revisado mediante un proceso abierto y participativo, fortaleciendo el proceso de descentralización en materia forestal. En tercer lugar, insistió en que las nuevas inversiones extractivas y de infraestructura deberán neutralizar su huella de carbono. “Si se realizan y destruyen bosques deberá realizarse una compensación ecológica”, comentó.
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