El presidente de Cuba, Raúl Castro, fue el primero en darle la bienvenida al máximo pontífice en su visita histórica a la isla, tras su multitudinario paso por México.
“Cuba lo recibe con afecto y respeto, y se siente honrada con su presencia”, dijo el hermano de Fidel Castro, mientras el Papa escuchaba sentado a unos pocos metros. “Le doy la más calurosa bienvenida”, agregó.
“Hay una profunda crisis espiritual y moral” en muchas partes del mundo, subrayó. “Se requieren hombres rectos”, que tengan valores y convicciones, agregó.
“En estos momentos, Cuba está mirando hacia el mañana, y quiere ensanchar sus horizontes”, destacó. “Ruego al señor que bendiga a este país y a sus hijos”, añadió.