Miércoles 21 de mayo 2025 | Contáctenos
El protagonista de 'Mad Men' se sometió a terapia psicológica tras quedarse huérfano a los 20 años. En un período de diez años el joven había perdido tanto a su padre como a su madre, pero no confiaba en que el tratamiento fuera a ser útil para combatir el dolor. Sin embargo, a medida que fue madurando se dio cuenta de que había resultado imprescindible para salir del pozo emocional en que se encontraba.
"Yo no tenía ni idea de lo que significaba visitar la consulta del psiquiatra. Era un idiota adolescente de 20 años del medio oeste, que no tiene nada que ver con el Nueva York de Woody Allen. Aquí no nos sentamos y empezamos a hablar de nuestros sentimientos así como así. Sin embargo, reconozco que una vez fui a ver a una señora y me puse a hablar con ella. Y tengo que decir que sí que ayuda. Hablar ayuda, ya sea con tus amigos o con el psiquiatra", reveló en la revista Esquire.
"Pero tus amigos son tus amigos y te dicen siempre lo que tú quieres oír. El psiquiatra no te endulza la realidad: 'Estás jodi**. Tienes que hacer esto y esto. Deja de comportarte así', me solía decir la mía. En mi opinión, es maravilloso contar con alguien que no esté involucrado emocionalmente en tus asuntos y que te ofrezca una perspectiva completamente independiente de lo que te ocurre", manifestó.
El intérprete está convencido de que su vida seguiría sin rumbo ni dirección si no hubiera sido por la terapia, que en último término habría contribuido a hacer de él el exitoso artista que es hoy en día, según publica bangshowbiz.com.
"Me encontraba dando tumbos de un lado a otro, y cuando estás en una situación así hasta levantarse de la cama es tarea imposible. Es un dolor y una sensación de vacío que te impide que le plantes cara al mundo", concluyó.
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