La diseñadora de Alexander McQueen, quien se encargó del vestido de boda de la duquesa Catalina, reveló que el secretismo que rodeó la confección del traje le impidió contar la verdad a sus propias costureras, como tampoco pudo confesarlo a la legendaria editora la edición estadounidense de la revista Vogue, Anna Wintour.
Sarah contó a sus empleados de la prestigiosa firma de moda que estaban trabajando en el vestido de novia que sería la inspiración de la colección otoño/invierno 2011 en lugar de en el traje que terminaría siendo el más comentado de todo el pasado año.
"Los vestidos blanco y marfil de esta colección fueron creados para encubrir el Proyecto del Vestido Blanco, en referencia al vestido blanco que Sarah Burton creó para la boda de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, el más esperado, del que más se habló y el más aplaudido traje del año", declaró a la revista Grazia el editor general de Vogue, Hamish Bowles, según publica bangshowbiz.com.
En una ocasión, Anna Wintour le preguntó a Sarah si estaba diseñando el vestido real, a lo que ella respondió: "No estoy diseñando el vestido". Sin embargo Anna no guarda rencor. "Ahora Anna admite que Sarah hizo un trabajo increíble", añadió Bowles.