David Trezeguet: "Soy el mismo chico de Platense"

Bajo el sol de Ezeiza, ese hombre espigado que nació en Ruan, muy lejos de estas latitudes, corre como si fuera aquel chico que debutó en la primera de Platense casi dos décadas atrás, cuando lucía un peinado afro. Hoy, David Trezeguet es un delantero consagrado y ya no luce esa cabellera ensortijada. Perdió el pelo, pero no las mañas. Y el desafío es River Plate, nada menos. A los 34 años, el goleador franco-argentino regresó a su primera patria para cumplir el sueño del hincha.

Ahí anda David, buscando que este Goliat del fútbol sudamericano se levante. Transpirando, obvio. Trezeguet necesita mostrar su mejor nivel, ese que lo llevó a ser campeón del mundo y de la Eurocopa con la selección de Francia en 1998 y 2000. El que le permitió ganar cuatro títulos con la Juventus italiana, nada menos.

¿Por qué dejar atrás una década en el fútbol europeo para venir a la Argentina y jugar en segunda?
Después de la experiencia negativa que tuve en Medio Oriente, llegué a la conclusión de que estaba en un momento determinante de mi carrera. El fútbol es pasión y el mundo árabe no me la dio. Entonces, necesitaba una revancha personal, demostrarme que podía jugar en Argentina. Surgió la posibilidad de River, que ya me había venido a buscar en julio, cuando mi palabra era secundaria. Como ahora la decisión dependía de mí y no de la Juventus, acepté la propuesta.

¿Y cómo lo recibió este 2012?
Muy motivado por la posibilidad de jugar en River, del que soy hincha. Con la línea de trabajo que tuve siempre, con perfil bajo y la voluntad de progresar en forma permanente. Tengo ganas de empezar a jugar ya.

¿Se puede estar más motivado que en una selección o en un equipo de la élite de Europa?
Le voy a ser sincero. Hace algunas semanas, cuando vine al club para firmar mi contrato, lo único que quería era pisar el césped del Monumental. Entonces, me sentí como un niño, me quedé mirando las tribunas vacías y se me llenó el espíritu. Pude haber ganado títulos con Francia y la Juventus.

Pude haber jugado en las mejores ligas de Europa. Pero estoy convencido de que lo que voy a vivir en River Plate es incomparable. Entonces, cambiaría todo eso por subir a Primera División.

¿Va a pesar su palabra por ser una estrella mundial?
Yo vine a ser uno más. Soy el mismo chico que jugaba en Platense, aunque con algo más de experiencia. No vine a crear problemas, sino a colaborar. Y a los más chicos, sólo tengo para decirles que tenemos la oportunidad de quedar en la historia de uno de los clubes más grandes del mundo.

¿Es importante compartir con Cavenaghi y Domínguez?
Sí. Son de primer nivel, conocen muy bien lo que significa River y me pueden ayudar. Ellos, como muchos otros de los que están acá, hicieron las inferiores en el club o jugaron varios años. Yo recién estoy empezando a descubrir el mundo River. Siento esa pasión de la gente en la calle y lo gozo. Ojalá que la pelota empiece a rodar rápido para mí.

¿Cómo jugar en segunda? El club terminó segundo en la primera rueda, pero no fue fácil.
Ir a cualquier estadio y demostrar que somos River. No podemos hacer cálculos ni especular. Debemos regresar a Primera lo más pronto posible. Tenemos un plantel con el ingrediente importante de juventud, pero también, con mucho rodaje.

¿Algún día imaginó que iba a jugar en River, pero en la B?
Ni en mis peores pesadillas. Pero tampoco pensé que iba a jugar con la Juventus en la Serie B. El fútbol de Segunda División es más físico y táctico que el de Primera. Con Juventus, arrancamos con 17 puntos de descuento. Ahora tenemos 33 y 20 partidos por delante para ratificar lo bueno que se hizo el año pasado.

¿Por qué River llegó a esta situación deportiva crítica?
Todo lo malo quedó concentrado en el partido con Belgrano. Pero hace años que las cosas no se venían haciendo bien en River. En dos décadas, el club estuvo en la mejor consideración a nivel mundial. Eso se perdió. Hay que ascender y recuperar el prestigio (Con información del diario El Espectador).