Karim Benzema: "No suelo leer lo que escribe la prensa sobre mí"

Karim no ha esperado a hoy para telefonear a su madre; lo hizo ayer mismo, durante la cena, apenas una hora después de un nuevo partido en el Bernabéu saldado con la luz de un buen resultado, pero con la sensación de que el final del camino todavía está lejos. Hizo las maletas el verano pasado consciente de que afrontaba la aventura más grande de su carrera. Para la mayoría de la afición madridista, y para la del fútbol en general, Benzema se trata aún de un futbolista por hacer. No será él quién diga lo contrario, porque fue el primer sorprendido cuando el mismísimo Florentino Pérez se presentó el pasado julio en su casa del distrito de Bron-Terraillon para preguntarle si quería irse con él de regreso a Madrid, al Madrid.

¿Se esperaba algo parecido?.
"La verdad es que no. No es nada normal que sucedan esas cosas. Estamos hablando de un personaje importantísimo como Florentino Pérez. No nos lo podíamos creer en casa".

Admita que en aquel momento usted no podía imaginar que no fuera a ser un fijo en las alineaciones del entrenador....
"De verdad que no sentí eso. Aquella tarde fue maravillosa, y sólo recuerdo eso, que fue maravillosa. No me sentí nada más que el chico más feliz del mundo. Naturalmente, pensaba que las cosas me iban a salir muy bien. No conozco a ningún jugador que se haya marchado a otro equipo convencido de que las cosas le iban a ir mal".

¿Cuántas mentiras y cuántas verdades se dijeron y escribieron sobre usted?
"La verdad es que no lo sé porque yo soy una persona que no lee la prensa y que no escucha las noticias. Sí, me entero de lo que pasa en el mundo, pero no me interesa lo que se dice sobre mí. No es que no haga ni caso, es que no atiendo, y ya está. Prefiero hacer mi trabajo y escuchar a los que saben y a los que me rodean".

¿Cree que el madridismo tiene hecha una idea acertada de cómo es usted?.
"No lo sé, la verdad. No me da igual, desde luego, pero me gustaría dejar claro de una vez que si he venido a este club es por su grandeza. Yo no quiero estar de paso en el Madrid y marcharme dentro de unos años a otro club. Lo que yo quiero es triunfar aquí. Y no hay nada más en mi pensamiento. Yo quiero serle útil al Madrid y a su gente. Y durante muchos años. Por eso, las dificultades que pueda tener para jugar o no, quedan siempre en segundo término ante las cosas tan maravillosas que me están pasando. Intento jugar siempre, trabajo para ello, pero esta la experiencia no me la va a quitar nadie".

¿Lo que tibio empieza, tibio acaba?.
"Seguro que no. Eso no es así. Los primeros cuatro meses los viví en un hotel, y lo pasé horrible, muy mal. No quiero que esto sea una excusa, nada de eso. Pero aquello se acabó. Ahora ha cambiado mi vida privada y eso se termina notando".

¿No se le hacen eternas las tardes?
"Me gusta la siesta. La hago siempre después de comer. Ustedes dicen que es un invento de los españoles, pero yo digo que la inventaron los futbolistas», bromea. "Eso sí, nunca duermo la siesta más de una hora diaria, porque es muy importante dormir por la noche. Los futbolistas tenemos que dormir por la noche, es clave".

¿Con qué partido se quedaría de lo que ha disputado desde su llegada al Madrid?
"Ha habido varios de los que me siento muy satisfecho. Sé que aún no he hecho el partido perfecto, pero no es fácil. Me sentí muy satisfecho frente al Valencia o, antes, en San Siro ante el Milan. Naturalmente que soy un delantero y se me valora más por mis goles, pero quiero ser más que eso. El fútbol alcanzó ya hace años un nivel en el que todos tenemos que hacer de todo. Claro, soy un especialista. Yo me siento lleno marcando goles, pero un pase de gol o un movimiento para que un compañero logre una posición de ventaja pues es algo que también me interesa mucho. Vivo del gol, pero se pueden hacer muchas más cosas en ataque".

Su gran ídolo, Ronaldo Nazario, solía apostarse con la prensa el número de goles que iba a marcar cada temporada. ¿Y usted, se atreve?
"Ronaldo era el mejor del mundo. Yo aún no soy nada. Lo único que tengo que hacer es seguir aprendiendo. Sé que el Real Madrid es un club que sólo espera lo justo, y creo que debe ser así. Yo espero devolverle toda la confianza que mostró cuando sus responsables técnicos se fijaron en mí" (Con información del diario español El Mundo).

Karim no ha esperado a hoy para telefonear a su madre; lo hizo ayer mismo, durante la cena, apenas una hora después de un nuevo partido en el Bernabéu saldado con la luz de un buen resultado, pero con la sensación de que el final del camino todavía está lejos. Hizo las maletas el verano pasado consciente de que afrontaba la aventura más grande de su carrera. Para la mayoría de la afición madridista, y para la del fútbol en general, Benzema se trata aún de un futbolista por hacer. No será él quién diga lo contrario, porque fue el primer sorprendido cuando el mismísimo Florentino Pérez se presentó el pasado julio en su casa del distrito de Bron-Terraillon para preguntarle si quería irse con él de regreso a Madrid, al Madrid.

¿Se esperaba algo parecido?.

"La verdad es que no. No es nada normal que sucedan esas cosas. Estamos hablando de un personaje importantísimo como Florentino Pérez. No nos lo podíamos creer en casa".

Y se fue con él, y al Santiago Bernabéu se acercaron más de 50.000 personas para verle cómo saludaba y poco más.

Admita que en aquel momento usted no podía imaginar que no fuera a ser un fijo en las alineaciones del entrenador....

"De verdad que no sentí eso. Aquella tarde fue maravillosa, y sólo recuerdo eso, que fue maravillosa. No me sentí nada más que el chico más feliz del mundo. Naturalmente, pensaba que las cosas me iban a salir muy bien. No conozco a ningún jugador que se haya marchado a otro equipo convencido de que las cosas le iban a ir mal".

Karim despliega sensaciones contradictorias. Es seguro que se trata de uno de los grandes desconocidos de la elite del fútbol mundial. Durante las Navidades, cuando su imagen de chacal del área no se encontraba aún definida, saltó a los papeles por un accidente automovilístico.

¿Cuántas mentiras y cuántas verdades se dijeron y escribieron sobre usted?.

"La verdad es que no lo sé porque yo soy una persona que no lee la prensa y que no escucha las noticias. Sí, me entero de lo que pasa en el mundo, pero no me interesa lo que se dice sobre mí. No es que no haga ni caso, es que no atiendo, y ya está. Prefiero hacer mi trabajo y escuchar a los que saben y a los que me rodean".

Tal vez ese distanciamiento autoimpuesto, presumiblemente desde los primeros años de su carrera, le ha ido perfilando como un hombre frío. Y no lo es. Karim se pasa el día pensando en fútbol. Lo vive de manera intensa. Nada más llegar al primer equipo del Olympique de Lyon tras dejar una espectacular estela en cada una de las categorías inferiores del club, no tuvo reparo alguno en advertir a los veteranos que él terminaría siendo titular.

Con el director deportivo, Bernard Lacombe, solía pasearse por los campos antes de los encuentros para reflexionar sobre la manera de jugar al rival. Y entre ambos repasaban los puntos débiles mientras revisaban vídeos del enemigo de turno.

¿Cree que el madridismo tiene hecha una idea acertada de cómo es usted?.

"No lo sé, la verdad. No me da igual, desde luego, pero me gustaría dejar claro de una vez que si he venido a este club es por su grandeza. Yo no quiero estar de paso en el Madrid y marcharme dentro de unos años a otro club. Lo que yo quiero es triunfar aquí. Y no hay nada más en mi pensamiento. Yo quiero serle útil al Madrid y a su gente. Y durante muchos años. Por eso, las dificultades que pueda tener para jugar o no, quedan siempre en segundo término ante las cosas tan maravillosas que me están pasando. Intento jugar siempre, trabajo para ello, pero esta la experiencia no me la va a quitar nadie".

Pasada la primera vuelta, Karim suma cinco goles en la Liga (todos ellos en el Bernabéu), uno en la Champions (San Siro) y un sexto en el partido amistoso disputado el pasado día 20 en Tirana. Antes, durante la pretemporada, había impresionado con un puñado de estupendos goles, uno de ellos la volea de zurda que marcó en el Trofeo Bernabéu. Y marcó en su primera aparición, en el amistoso jugado en el ya lejano mes de julio contra el Shamrock Rovers, en la concentración de Irlanda. Decir que su proyección anotadora no era más optimista sería mentir. Como sería mentira afirmar que Karim se encontró desde el comienzo con las condiciones ideales para sentirse plenamente feliz.

¿Lo que tibio empieza, tibio acaba?.

"Seguro que no. Eso no es así. Los primeros cuatro meses los viví en un hotel, y lo pasé horrible, muy mal. No quiero que esto sea una excusa, nada de eso. Pero aquello se acabó. Ahora ha cambiado mi vida privada y eso se termina notando".

Hace poco más de un mes y medio que el delantero, la persona, vive en una casa que aspira a convertir en un hogar. Benzema se levanta temprano, se marcha a entrenarse, almuerza casi siempre acompañado de su inseparable agente, Karim Djaziri (su hermano número 10), y luego se marcha a su casa. ¡Su casa!

¿No se le hacen eternas las tardes?

"Me gusta la siesta. La hago siempre después de comer. Ustedes dicen que es un invento de los españoles, pero yo digo que la inventaron los futbolistas», bromea. "Eso sí, nunca duermo la siesta más de una hora diaria, porque es muy importante dormir por la noche. Los futbolistas tenemos que dormir por la noche, es clave".

Benzema se ha comprado un gimnasio entero y lo ha instalado en su casa. Todas las tardes se entrena por su cuenta. No, no se hace las miles de abdominales diarias que Cristiano Ronaldo. Lo suyo es menos espectacular, pero igual de rutinario.

Higuaín, Higuaín... Tranquilos todos. Benzema no tiene pesadillas con el argentino, con el que está disputando la titularidad en una línea de ataque en la que es fijo Cristiano Ronaldo. «De verdad que no me preocupa la visión que la prensa tiene de nosotros dos. Tampoco me interesa si me han etiquetado ya como su suplente. Yo no pienso en esas tonterías».

Al fin y al cabo, la competencia es algo natural para él. Basta recordar que alcanzó el éxito y la fama en el Olympique después de haberse elevado por encima de una ristra inacabable de grandes delanteros que, por esa u otras razones terminaron marchándose: Elber, Nilmar, Wiltord, Fred, Govou, Carew, Baros, Malouda...

En el Real Madrid quiere encontrar el equilibrio absoluto, y está convencido de que le van a dar las oportunidades necesarias.

¿Con qué partido se quedaría de lo que ha disputado desde su llegada al Madrid?

"Ha habido varios de los que me siento muy satisfecho. Sé que aún no he hecho el partido perfecto, pero no es fácil. Me sentí muy satisfecho frente al Valencia o, antes, en San Siro ante el Milan. Naturalmente que soy un delantero y se me valora más por mis goles, pero quiero ser más que eso. El fútbol alcanzó ya hace años un nivel en el que todos tenemos que hacer de todo. Claro, soy un especialista. Yo me siento lleno marcando goles, pero un pase de gol o un movimiento para que un compañero logre una posición de ventaja pues es algo que también me interesa mucho. Vivo del gol, pero se pueden hacer muchas más cosas en ataque".

Su gran ídolo, Ronaldo Nazario, solía apostarse con la prensa el número de goles que iba a marcar cada temporada. ¿Y usted, se atreve?

"Ronaldo era el mejor del mundo. Yo aún no soy nada. Lo único que tengo que hacer es seguir aprendiendo. Sé que el Real Madrid es un club que sólo espera lo justo, y creo que debe ser así. Yo espero devolverle toda la confianza que mostró cuando sus responsables técnicos se fijaron en mí" (Con información del diario español El Mundo).