Una joven mujer ashaninka, que responde al nombre de “Teresa”, reveló que un grupo de narcoterroristas que recorre el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), enterró a tres infantes pioneritos que perdieron la vida en condiciones aún por esclarecer.
De acuerdo al diario Correo, los menores habrían fallecido por diversas enfermedades, falta de atención médica o algún recién nacido por carencia de cuidado, agregando a todo ello la complejidad climática de la zona, y cuyos restos fueron sepultados en una fosa clandestina del lugar.
Asimismo, esta persona asegura haber sido llevada a un campamento senderista desde temprana edad, afirmando incluso que a varios de sus hijos también los llevaron a otros lugares similares.