La empresa Apoyo Consultoría S.A.C. precisó hoy que la única entidad en capacidad de aprobar -o desaprobar- el Plan de Reestructuración del Complejo Metalúrgico de La Oroya es la Junta de Acreedores de Doe Run Perú (DRP), por lo cual desmiente la versión que dio a conocer ayer un medio de comunicación local.
Mediante un documento, fechado el 23 de abril, Apoyo aclaró que tuvo el encargo de revisar las premisas que servirían de base para la formulación de la propuesta del Plan de Reestructuración y considerar que la misma prevea que el reinicio de las operaciones esté condicionado al cumplimiento de las normas ambientales.
La conclusión del informe elaborado por Apoyo, y que fuera expuesta a los acreedores en la Junta del día 12 de abril, señala que el modelo financiero desarrollado por Doe Run Perú y plasmado en el Plan de Reestructuración, contenía supuestos de ingresos, egresos, inversiones, capital de trabajo, cronogramas de deuda y financiamiento requerido que eran razonables.
Sin embargo, el financiamiento no estaba asegurado (debido a las condiciones que Renco impuso para otorgar su parte) y, en la medida que no se diera el “supuesto habilitante para la Implementación del Plan”, se incumplirían algunos de los estándares ambientales vigentes, por lo que el Plan de Reestructuración no podría implementarse.
Asimismo, el informe establece que el plan de negocios propuesto por DRP en el Plan de Reestructuración, implicaba emisiones de SO2 y plomo por encima de los estándares establecidos en la RM 257-2006-MEM durante el período de ejecución del Proyecto Planta de Ácido Sulfúrico y Modificación del Circuito de Cobre.