“El Grito” de Munch cumplió las expectativas y se convirtió en el cuadro más caro de la historia.
La audiencia en la sala de Sotheby’s en Nueva York, donde se realizó la subasta, empezó con una cifra de $40 millones de dólares y siete compradores empezaron a competir por el premio mayor. Cuando quedaron solo dos compradores por teléfono, uno de ellos lanzó la oferta final: US$ 119.922.500 millones.
La obra fue ofrecida por el empresario Petter Olsen, cuyo padre fue amigo del artista noruego. Las ganancias de la subasta irán a la creación de un nuevo museo, un centro de arte y un hotel en la ciudad de Hvitsten.