Mientras más avanzan las tecnologías, más dependientes nos hacemos a ellas. El sector de las compras no puede ser ajeno a este fenómeno y conseguir artículos por medio de páginas como mercadolibre, e-bay o, incluso, a través de cupones que llegan a nuestra bandeja de correo electrónico diariamente, es cada vez más común.
Sin embargo, aún existen ciertas barreras entre esta cómoda manera de comprar y los usuarios finales. Por ejemplo, no muchos confían en colocar su número de tarjeta de crédito por Internet o en la calidad del artículo que se les vaya a vender. ¿Ud. Confía en estas páginas?