Jueves 02 de mayo 2024 | Contáctenos
La historia que a continuación se presenta busca la reflexión en la sociedad. José Pasache Contreras (44), oficial de Mar de tercera y miembro de la Fuerza de Operaciones Especiales, fue separado de la Marina de Guerra del Perú aparentemente por ser portador del VIH, enfermedad que le fue diagnosticada en 1991.
Corría el año 1994, y el protagonista del relato laboraba en el área administrativa del Hospital Naval, cuando de repente sufrió una infección estomacal que lo mantuvo alejado de su trabajo por unos días, dentro de los cuales se le comunicó que había sido separado de la Marina.
“El comando le contó a toda la gente lo que me había sucedido y ellos pensaban que yo los podía infectar, y en 1994 me dieron de baja por incapacidad psicosomática, a pesar que en la propia resolución decía que esa incapacidad no era causa de invalidez para prescindir de mis servicios”, señaló Pasache.
Asimismo, el abogado y amigo del afectado, Samuel Apaza, dio una perspectiva más general y reveladora de la situación. “El comando nos facilitaba el servicio de prostitutas, al estilo de Pantaleón y las visitadoras, para la ‘higiene’. Así fue como se contagió él (Pasache), mi promoción”, remarcó.
De esta forma y tras apelar en los tribunales, Apaza logró que Pasache vuelva a trabajar en febrero de 2011 en la Marina como personal administrativo. Sin embargo, en agosto de ese año le llegó otra resolución que le daba de baja por límite de edad, si bien acababa de cumplir 44 años.
Finalmente, el Tribunal Constitucional falló a favor de la entidad pública y declaró nulas las sentencias a favor de su patrocinado, de acuerdo al semanario Hildebrandt en sus Trece.
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