Los líderes de las naciones más poderosas del mundo iban a centrar su atención en los problemas económicos de Europa este sábado después que el presidente Barack Obama, habló sobre las políticas pro-crecimiento.
Obama preparó el escenario para la cumbre del G8 y así forjar una alianza con el nuevo presidente francés, Francois Hollande, sobre la necesidad de sacudir a Europa de vuelta al crecimiento, según publica vanguardngr.com.
Ante el temor de la crisis económica de Europa que tiende a empeorar - con repercusiones peligrosas para la economía de EE.UU. y tal vez sus posibilidades de reelección - Obama intervino, arriesgando la ira de la canciller alemana, Angela Merkel, que ha defendido un enfoque de austeridad, en primer lugar.
Poco antes de dar la bienvenida a Merkel y otros líderes, el presidente Obama señaló el viernes que los acontecimientos en Europa tienen una "extraordinaria" importancia para los Estados Unidos.
El G-8 debe discutir "un enfoque responsable de la consolidación fiscal que se combina con una agenda de crecimiento fuerte", dijo.