La canciller alemana Angela Merkel pasó el papelón de su vida en una escuela primera al no saber ubicar en un mapa la ciudad donde nació: Hamburgo.
Merkel decidió empezar por Berlín, pero sorpresivamente ubicó a la capital alemana en Rusia, lo que generó las carcajadas de los niños y la profesora de Geografía.
“Berlín está aquí ¿no?”, le preguntó Merkel a la profesora marcando un punto en Rusia. “No, aquí”, dice la docente.
“Ah aquí. ¿Y esto qué es?”, preguntó la funcionaria. “Rusia”, le contestó la profesora. “¿Qué, Rusia?” la miró Merkel desconcertada.
“¿Tan cerca? ¿Y Berlín debería estar aquí?”, volvió a preguntar la canciller mientras los alumnos seguían riendo.