Germán Lizarzaburu compuso un acróstico dedicado a la joven cantante de música vernacular, Josefina Ñahuis.
En dicho acróstico, Lizarzaburu destaca la dulce voz de la joven que interpreta melodías del folklore peruano.
Vea a continuación el acróstico a Josefina Ñahuis:
Libre como el viento que anida en las cumbres,
Avanza en los brazos de la multitud.
Vierte, como el río, diáfanas canciones,
Ofrendas que cruzan todas las regiones,
Zureando amorosa voz de juventud.
Diadema de flores ciñe tu belleza,
Es brisa tu nombre en la inmensidad.
Otorga a los pueblos que aman la grandeza,
Regalo de dioses de la pachamama,
Orgullosa enseña de la libertad.
Dueña de un mensaje de paz y armonía,
Es voz que proclama la fraternidad.
Aurora de ensueños, lumbre y fantasía,
Magia que despierta toda la alegría,
En cantos que viven una eternidad.
Redime las penas con tu voz canora,
Impregna de dicha la luz del hogar,
Canta porque tienes el alma sonora,
América aplaude tu hermoso cantar.