La polémica actriz Lindsay Lohan posó en un extraña sesión de fotos para el lente del cotizado fotógrafo Terry Richardson.
Esta vez, Richardson captó a Lohan en el interior de un hotel en West Hollywood, donde la estrella aparece con diminutos trajes para dormir de color negro y blanco sobre una cama.
En las fotos que han sido retiradas del diario de Terry, la actriz también posó con una pistola en la cabeza, similar a los que tomó el fotógrafo Tyler Shields en abril de 2010.
Richardson, que también suele retratarse con las estrellas, aparece en un espejo plano, junto a Lohan, en una de las instantáneas anteriores.