La celebrity salió con su novio Kanye West por Manhattan en lo que se podría tratar de un concurso para ver quién vestía peor.
Kim Kardashian está tan ocupada en su relación con el cantante, que al parecer dejó de mirarse en el espejo antes de salir de casa.
La estrella de televisión, llegó a la ciudad de Nueva York esta semana, con su novio el rapero y se dejaron ver la noche del lunes en un poco favorecedor vestido verde que se abrazó a sus curvas en todos los lugares equivocados.
El vestido, con una falda de dos tonos y corte la cinta en la cintura, parecía crear una ilusión óptica en la parte delantera que amplió sus caderas, según publica nydailynews.com.
Kardashian emparejo el atuendo, que no encaja con el calzado igualmente desfavorable, luciendo botines de aguja, con cordones negros.
Kanye no se veía mejor, vestido con pantalones de cuero caídos, una camisa negra sin mangas y una gorra de béisbol hacia atrás.