Dos pescadores casi pierden luego que arrojaran al mar una granada de mano, un método común y destructivo de pesca, y explotara segundos después.
Sin embargo, contaron mal el tiempo de encendido y casi terminan durmiendo con los peces, ante la sorpresas del equipo doméstico que grababa el acto.
El irresponsable acto fue criticado en las redes sociales. Si unos pocos aseguraban haber repetido el acto, otros lo deploraban aduciendo contaminan al mar.