El Vaticano abrirá un juicio por la filtración de documentos reservados de Benedicto XVI contra el mayordomo del papa, Paolo Gabriele, y su cómplice, el informático Claudio Sciarpelletti.
Ellos serán juzgados por "robo agravado" y "complicidad", en este caso conocido como el escándalo "Vatileaks".
Gabriele, de 46 años, con ciudadanía vaticana, detenido el pasado 23 de mayo, quedó el 22 de junio bajo detención domiciliaria, y desde entonces permanece junto con su familia en el interior del Vaticano.
Por su parte Sciarpelletti, técnico de sistemas informáticos de la Secretaría de Estado, detenido el 25 de mayo y liberado al día siguiente, será juzgado por "receptación" de objetos robados.
El portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, informó que "La magistratura vaticana descubrió una realidad muy compleja. La justicia proseguirá su labor, la investigación sobre otras personas involucradas sigue abierta".
Y es que con este hecho la imagen del Vaticano quedó dañada por la filtración de un centenar de documentos internos, entre ellos numerosas cartas privadas dirigidas al Papa o a su secretario, lo que ha provocado una de las mayores crisis del papado de Benedicto XVI, al poner en entredicho incluso su liderazgo como guía de la Iglesia católica.
Por último, según el texto de la decisión judicial divulgada a la prensa, durante el allanamiento del apartamento del mayordomo papal se encontró un cheque de 100.000 euros destinado al pontífice, una pepita de oro y un ejemplar de 1581 de la Eneida, el célebre poema épico de Virgilio, escrito en latín.
Se hallaron otros 37 documentos reservados en el apartamento privado de Gabriele en Castelgandolfo, la residencia de vacaciones del Papa a las afueras de Roma.