Damasco.- Con terno brillante y con las manos limpias y extendidas con las palmas hacia arriba, el presidente del régimen sirio Bashar Al Assad hizo ayer su primera aparición pública desde hace más de un mes, en una mezquita donde se celebraba el fin del mes de ayuno del Ramadán.
La ceremonia se llevó a cabo en un local de la capital del país asiático, recordando que la última vez que se vio al polémico mandatario fue el 4 de julio, cuando ofreció un discurso en el Congreso.
Sin embargo, no se vio al vicepresidente Faruk al Sharaa, lo que provocó nuevamente los rumores sobre una supuesta ruptura con Al Assad, y no se descarta que el primero se haya pasado a las filas de la oposición siria.