Sábado 04 de mayo 2024 | Contáctenos
Si en algo ha sido prolífico el gobierno Humalista, es en anuncios. Afirmación que no solo es válida para la pareja presidencial, sino también para los funcionarios de los altos mandos del Ejecutivo.
En el caso del sector hidrocarburos, los presidentes de Petroperú, Humberto Campodónico y de Perupetro, Aurelio Ochoa, que hace menos de un mes que ya no está en el cargo; profesionales mediáticos desde siempre, han sido fieles a sus antecedentes y a las características del régimen: promesas de vientos nuevos por doquier, que al cabo de 12 meses no han llegado. Podrán decir que por las características de la industria los tiempos son más largos. Hay que recordarles que en el ejercicio del poder obtenido por designación política, hay que demostrar logros en el corto plazo con consistencia para el largo plazo, de lo contrario la impaciencia ciudadana y los agentes económicos, los juzgará como ineficientes y exigirán el relevo, con elevado costo en los niveles de aprobación del gobierno y los gobernantes. El no entender que esto es así, será una demostración palmaria, de no estar preparado para el cargo público.
Se crearon expectativas que vendrían grandes empresas para explorar, el resultado ha sido que no llegó ninguna y peor aún, no han cerrado ningún proceso de competencia asignando lotes exploratorios. Mientras tanto los contratistas que tienen en posesión 62 lotes, con igual número de contratos; no han dado señales de avances significativos en el primer semestre del 2012: la cantidad de líneas sísmicas en 2d y 3d, han sido menores en 68% y 24% respectivamente respecto al 2011. En pozos exploratorios solo se han perforado 6 pozos entre enero y junio de este año. Y en cuanto a la producción de crudo, la señal es una declinación alarmante, se pone a disposición del mercado tan solo 67 mil barriles diarios (MBD), Cifras magras en lo que se refiere a la política de promoción de exploración y producción.
En cuanto a Petroperú, los resultados han sido decepcionantes. Un programa de disminuir el precio del gas licuado de petróleo (GLP) que no tuvo resultados, tiempo perdido, que hizo necesario que se formulase el Fondo de Inclusión Social Energético, promovido por el Osinergmin y enviado al Legislativo por el poder ejecutivo. En cuanto al proyecto de Modernización de Refinería Talara; no ha caminado; la ingeniería no se culminó en un período anual y se han demorado cerca de nueve meses en firmar un sencillo contrato de estructuración financiero. En el camino se ha anunciado que la ejecución puede llegar a costar 2,550 millones de dólares, generando serios cuestionamientos públicos.
El único mérito que le puedo reconocer al gobierno, es no haber aceptado la propuesta de Kuntur, sobre el gasoducto sur, donde pretendían que el estado aportara cerca de 1,400 millones de dólares, en una primera etapa, sabe Dios que pedirían para continuar. Esto ha sido reemplazado por un gasoducto y poliducto de seguridad, que estará en paralelo al existente. Esta concesión se otorgará por concurso, lo que es una buena noticia. La decisión fue anunciada mediante un proyecto de ley, que lamentablemente ha sido empañado por la inclusión de la construcción de un etanoducto, innecesario entre las ciudades de Pisco e Ilo.
Si tuviéramos que dar calificación por lo hecho en 12 meses y lo que se proyecta para el futuro, afirmaría enfáticamente que corresponde un desaprobado con nota muy baja en la materia de hidrocarburos, sin siquiera sumar en el demérito la información engañosa sobre la disponibilidad de reservas del lote 88 y el arbitraje por las discrepancias en la exportación de gas natural licuefactado (LNG), muy manejado desde el punto de vista de opinión pública.
Si en algo ha sido prolífico el gobierno Humalista, es en anuncios. Afirmación que no solo es válida para la pareja presidencial, sino también para los funcionarios de los altos mandos del Ejecutivo.
En el caso del sector hidrocarburos, los presidentes de Petroperú, Humberto Campodónico y de Perupetro, Aurelio Ochoa, que hace menos de un mes que ya no está en el cargo; profesionales mediáticos desde siempre, han sido fieles a sus antecedentes y a las características del régimen: promesas de vientos nuevos por doquier, que al cabo de 12 meses no han llegado. Podrán decir que por las características de la industria los tiempos son más largos. Hay que recordarles que en el ejercicio del poder obtenido por designación política, hay que demostrar logros en el corto plazo con consistencia para el largo plazo, de lo contrario la impaciencia ciudadana y los agentes económicos, los juzgará como ineficientes y exigirán el relevo, con elevado costo en los niveles de aprobación del gobierno y los gobernantes. El no entender que esto es así, será una demostración palmaria, de no estar preparado para el cargo público.
Se crearon expectativas que vendrían grandes empresas para explorar, el resultado ha sido que no llegó ninguna y peor aún, no han cerrado ningún proceso de competencia asignando lotes exploratorios. Mientras tanto los contratistas que tienen en posesión 62 lotes, con igual número de contratos; no han dado señales de avances significativos en el primer semestre del 2012: la cantidad de líneas sísmicas en 2d y 3d, han sido menores en 68% y 24% respectivamente respecto al 2011. En pozos exploratorios solo se han perforado 6 pozos entre enero y junio de este año. Y en cuanto a la producción de crudo, la señal es una declinación alarmante, se pone a disposición del mercado tan solo 67 mil barriles diarios (MBD), Cifras magras en lo que se refiere a la política de promoción de exploración y producción.
En cuanto a Petroperú, los resultados han sido decepcionantes. Un programa de disminuir el precio del gas licuado de petróleo (GLP) que no tuvo resultados, tiempo perdido, que hizo necesario que se formulase el Fondo de Inclusión Social Energético, promovido por el Osinergmin y enviado al Legislativo por el poder ejecutivo. En cuanto al proyecto de Modernización de Refinería Talara; no ha caminado; la ingeniería no se culminó en un período anual y se han demorado cerca de nueve meses en firmar un sencillo contrato de estructuración financiero. En el camino se ha anunciado que la ejecución puede llegar a costar 2,550 millones de dólares, generando serios cuestionamientos públicos.
El único mérito que le puedo reconocer al gobierno, es no haber aceptado la propuesta de Kuntur, sobre el gasoducto sur, donde pretendían que el estado aportara cerca de 1,400 millones de dólares, en una primera etapa, sabe Dios que pedirían para continuar. Esto ha sido reemplazado por un gasoducto y poliducto de seguridad, que estará en paralelo al existente. Esta concesión se otorgará por concurso, lo que es una buena noticia. La decisión fue anunciada mediante un proyecto de ley, que lamentablemente ha sido empañado por la inclusión de la construcción de un etanoducto, innecesario entre las ciudades de Pisco e Ilo.
Si tuviéramos que dar calificación por lo hecho en 12 meses y lo que se proyecta para el futuro, afirmaría enfáticamente que corresponde un desaprobado con nota muy baja en la materia de hidrocarburos, sin siquiera sumar en el demérito la información engañosa sobre la disponibilidad de reservas del lote 88 y el arbitraje por las discrepancias en la exportación de gas natural licuefactado (LNG), muy manejado desde el punto de vista de opinión pública.
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