Gisela Valcárcel ha emprendido una curiosa campaña: los participantes de su reality han sido invitados a pasar la prueba del polígrafo.
Al mismo estilo de "El Valor de la verdad", los bailarines responderán preguntas sobre algún episodio de su vida con un sí o un no.
Al parecer, la rubia conductora está dispuesta a todo para vencer en la batalla del rating.