Cuando Kristen Stewart salió de un coche grande y negro el jueves por la noche en frente del Teatro Ryerson de Toronto para el estreno de su nueva película, "On the Road", la adaptación cinematográfica del clásico de Jack Kerouac, los flashes de las cámaras y los teléfonos celulares la cegaron, luego de un momento de silencio, un sonido aterrizó con un ruido sordo.
Fue un instante - sin embargo, aparentemente único – de reconocimiento del papel reciente de la actriz en los tabloides, donde ha sido una figura casi constante desde que se supo la noticia de un escándalo por infidelidad.
Stewart posó sola y luego con sus co-estrellas Garrett Hedlund y Kirsten Dunst en la alfombra roja del festival durante lo que pareció una eternidad, yendo y viniendo entre los fotógrafos profesionales por un lado y los aficionados por el otro. La actriz, en un vestido de lentejuelas ceñido, se quitó los zapatos de tacón alto y firmó autógrafos en sus pies descalzos.
Cuando el programa finalmente se inició con una hora de retraso, el director del festival y director ejecutivo, Piers Handling, habló de la novela "On the Road", diciendo que "la poesía, el sexo y las drogas era su moneda".
El film ha recibido críticas mixtas después de su inauguración a principios de este año en el Festival de Cine de Cannes y desde entonces ha reducido en unos 15-20 minutos.