No ha perdido la calma a pesar de la tremenda espalda que la mayoría de congresistas le dio para evitar la suspensión de cuatro de ellos. Humberto Lay sabe que ahí primó la conveniencia personal, el amiguismo y el blindaje, aunque se cuida de no decirlo. Al menos, por ahora.
-¿Se siente decepcionado por el blindaje que hubo para evitar la inhabilitación de cuatro congresistas?
Tengo un doble sentimiento. Por un lado, satisfacción, porque de siete casos que Ética presentó, se aprobaron cuatro, y con eso estamos dando un mensaje a los futuros candidatos: si mientes en la hoja de vida, tendrás consecuencias. Pero claro, también tengo un sinsabor por los otros tres informes que no se aprobaron, pues eran casos claros de infracción a la ética parlamentaria.
-Para la población el mensaje claro es: si mientes y tienes amigos en el Congreso, no te van a sancionar. ¿Eso no le preocupa?
Por supuesto. Hemos podido ver y notar que hay una reacción generalizada de indignación de la población.
-Y esa indignación de la gente aumenta el desprestigio del Congreso.
Es lo que estamos viendo y, lamentablemente, es lo que la comisión de Ética había previsto.
-Pero de qué sirve que Ética concluya que tal congresista merece una clara sanción si después su bancada lo va a blindar. Eso hicieron los fujimoristas y nacionalistas.
Es algo que se tiene que superar, pues en algunos casos se prioriza los intereses de la bancada y del partido sobre la dignidad del Congreso. Esto me deja un mal sabor, pero no me desanima a seguir trabajando en Ética.
-¿Esperaba ver este tipo de blindaje?
Yo esperaba la aprobación de los siete informes que presentamos, pero no se dio. Así es la democracia.
-De los siete casos, Ética pidió sanción para cuatro congresistas por mentir en sus hojas de vida. ¿Cómo se puede parar esto?
Primero, en las hojas de vida de los congresistas deberían consignarse las condenas que haya recibido y los procesos judiciales que llevan en marcha, pues el elector tiene derecho a conocer el pasado y el presente del que podría ser próximo representante de la nación. Segundo, propondría que aquel congresista que miente en su hoja de vida, pierda inmediatamente su curul.
-Anunció una vez la posibilidad de renunciar a la comisión de Ética. ¿Esa idea ya está desestimada?
Sí, y tomé esa posición ante la amenaza de que se eliminara el artículo 4.8 del reglamento de Ética, pues eso hubiera recortado las facultades que tiene esta comisión para investigar. Felizmente, con la aprobación de los informes contra los legisladores Emiliano Apaza, Alejandro Yovera y Federico Pariona, el Pleno respaldó tácitamente ese artículo.
-¿Se ha hecho de enemigos por el cargo que lleva?
Imagino que debo de tener algunos enemigos. Pero no tengo nada personal contra nadie, y yo puedo conversar con cualquiera, aunque me hayan atacado, criticado y denunciado. Al final, cada uno sabe si es mentiroso o no, y eso quedará en la conciencia de cada uno.
-Lo mismo podríamos decir de los congresistas que blindaron, ¿no?
Así es. Cada uno es responsable de su voto y de su conciencia.
-¿Así es la democracia o la gran cantidad de abstenciones que hubo en todas las bancadas para impedir, por ejemplo, la suspensión del fujimorista Néstor Valqui?
Eso fue muy interesante. A favor de ese informe votaron 33. Otros 32 se abstuvieron y 44 votaron en contra. Si sumamos los votos a favor más las abstenciones, hubiésemos tenido mayoría en ese caso. ¿Qué pasó? Ya cada uno tendrá que responder a sus conciencias.
-¿Hubo pactos de impunidad en estas dos sesiones especiales donde se tocaron los informes de Ética?
He escuchado este tipo de rumores, pero no tengo ninguna prueba. Mucha gente sospecha eso, me lo han comentado, pero ya Dios lo sabrá (Con información de Diario 16).