Unos ladrones fueron sorprendidos al robar dos sofás y al subirlos a la combi para la fuga, recibir de su propia medicina ya que el dueño los sacó antes que arrancaran.
A propósito de la valentía del dueño, destacan que los sofás valían cerca de 400 libras esterlinas y fueron sustraídos a plena luz del día de una exposición de muebles.
Tras ello, el gerente de la tienda Justin Hallett, de 37 años, saltó a través de las puertas traseras abiertas y sacó los sofás antes de que los ladrones arrancaran.