Sábado 03 de mayo 2025 | Contáctenos
Washington.- Como era previsible, el primer debate transmitido en televisión entre Barack Obama y Mitt Romney sacó chispas, dejando con la boca abierta a las personas que lo presenciaron en uno de los salones de la Universidad de Denver, en el estado de Colorado.
El primer “golpe” lo dio el republicano al criticar el balance económico que deja la gestión del demócrata, el cual calificó de “fracaso”. Acto seguido, su contrincante minimizó esas palabras y prometió un “nuevo patriotismo económico”, advirtiendo que el primero pretende “utilizar las políticas que condujeron al caos financiero” que azota a medio Estados Unidos, en alusión al exmandatario George W. Bush.
De esta forma, Obama arremetió contra el multimillonario diciendo entre sonrisas que había propuesto un plan de recortes general para todos los estratos sociales.
“Durante 18 meses ha estado hablando de su plan de recortes fiscales, y ahora, a cinco semanas de las elecciones, dice que su gran idea no importa”, indicó la cabeza de Estado, defendiendo de forma tácita su idea de aumentar los impuestos a los más ricos para tener en azul las cuentas públicas.
Ante esto, Romney se volteó con un gesto desafiante y negó todo lo expuesto por Obama. “Prácticamente todo lo que ha dicho sobre mi plan fiscal es inexacto. No estoy buscando un recorte de impuestos de US$5 billones”, precisó.
Esta tendencia se mantuvo hasta el final del evento, aunque ambos tendrán su revancha este 16 de octubre en Hempstead, Nueva York, y luego el 22 de octubre en Boca Ratón, Florida.
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