Turquía bombardeó objetivos en Siria en respuesta a la muerte de cinco civiles turcos alcanzados por fuego lanzado desde el país árabe, mientras que cuatro atentados dejaron 34 muertos en la nación siria.
El ataque de artillería turco coronó otra jornada de violencia en Siria que comenzó con un atentado con cuatro coches bomba que mató a más de 30 personas en la norteña Alepo, la mayor ciudad de siria y su capital comercial y cultural, en un barrio controlado por el Ejército.
La secretaria de Estado norteamericano, Hillary Clinton, dijo que Estados Unidos estaba "indignado de que sirios hayan disparado a través de la frontera".
"Es una situación muy, muy peligrosa. Y todas las naciones responsables necesitan unirse para persuadir al régimen de Al Assad a adoptar un cese al fuego, deje de asaltar a su propio pueblo y empiece un proceso de transición política".