El cantante de One Direction, Liam Payne, consideró que el cariño de las fans puede resultar peligroso para su integridad física y la de sus compañeros.
Ello, a partir de un bochornoso episodio que vivió el lunes en una juguetería en Nueva York.
"Si (los fans) hubieran mantenido la tranquilidad, nos habríamos detenido, pero siempre que nos detenemos todo se vuelve una locura y no queremos que nadie salga lastimado", expresó.
Si bien agradeció el apoyo de sus incondicionales, también su malestar. "Amigos, yo realmente aprecio todo su apoyo y amor, pero a veces todo es demasiado loco para mí", agregó.