Jueves 25 de abril 2024 | Contáctenos
Jan (nombre ficticio) de 64 años de edad, se casó en 1993 con la Mónica (nombre ficticio) de origen indonesio de 48 años. Casi veinte años más tarde se descubrió en enero pasado que su esposa no era mujer sino un transexual.
"Me siento violado", comentó Jan durante una entrevista.
Conoció a Monica cuando trabaja para él como empleada del hogar y cuidaba a sus hijos. Poco a poco se creó una relación entre ellos y al final él se la llevó a Bélgica. Eso no fue fácil. Los tribunales belgas tenían serias dudas sobre la autenticidad de su nacimiento y sus documentos de identidad, pero al final todo salió bien y ellos se casaron en 1993.
Ella nunca quiso tener hijos y eso no levanto ninguna sospecha en Jan, que tenia 4 hijos de sus dos matrimonios anteriores.
Jan cuenta que su esposa tomaba la píldora y usaba tampones y toallas higiénicas, incluso durante el sexo, nunca se dio cuenta de nada, aunque cae en cuenta porque siempre utilizaba lubricante. Esto es aparentemente es típico en hombres que se han cambiado de sexo.
El cambio de actitud de Monica se hizo notar en los últimos años, ella era más provocativa al vestir y estaba más tiempo en internet, se perdía los fines de semana y siempre estaba en los clubs nocturnos. Una noche que la descubrió hablando por Skype con otro hombre se dio cuenta de lo que estaba pasando, enfrentó a su esposa y esta le dijo que cuando nacio era hombre y que se había operado para ser mujer, la discución llegó a a los golpes y la policía tuvo que intervenir.
"Me siento asaltado, golpeado en mi honor. La idea de que durante años he compartido la cama con ella, me parece repugnante. Ahora puedo hablar un poco de eso, pero al principio yo realmente me quede con mi vergüenza. Me voy a un psiquiatra para poner mis emociones bajo control", dijo el pobre hombre que tiene que ir a terapia desde entonces.
Jan ha iniciado el procedimiento para anular el matrimonio.
"El matrimonio es anulo, nunca ha existido", dijo su abogado Liliane verjauw. "Esa persona deliberadamente ha engañado durante años, incluso ha estafado. Es de suponer que los documentos que usó para su residencia son falsos. Los niños, que desde hace tiempo viven con ella, están devastados".
Jan y Monica siguen viviendo bajo el mismo techo, pero no intercambian palabra.
"He intentado usar una orden provisional para sacarla de la casa para dar la vuelta la página, porque para mí es insoportable la vida en común. El tribunal se ha negado extenderme la orden”, dijo Jan
Él sólo quiere una cosa y es que Monica desaparezca de su vida: "No quiero tener nada más que ver con ella. Lo que me hizo a mí y a mi familia es imperdonable".
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