Embajador peruano: En Chile he notado mucho respeto por la posición peruana

A través de una pantalla gigante han sido seguidos en uno de los salones de la Embajada de Perú en Santiago los alegatos sobre el litigio marítimo en La Haya, según dispuso el diplomático Carlos Pareja Ríos. "He querido que los sigan los funcionarios para que estén empapados del problema, porque -más allá de lo interesante que pueda ser esta controversia- es bueno que sepan lo que se va a decir en los días decisivos", señala.

Próximo a completar cuatro años como jefe de misión en Chile (llegó en marzo de 2009), el embajador Pareja evalúa para «La Segunda» el estado de los vínculos bilaterales cuando éstos se encuentran sometidos a una de sus más difíciles pruebas a raíz del juicio en la Corte Internacional.

-¿Qué le parecieron en general los argumentos y el tono con que Perú presentó su caso en La Haya?

-Los alegatos han sido eminentemente jurídicos. El agente peruano Allan Wagner hizo una síntesis de la posición peruana de una manera muy alturada y las demás ponencias de los juristas han sido ajustadas a derecho. No ha habido ninguna expresión subida de tono, nada que pueda ofender o llamar a rectificación.

-¿Y la presentación de la defensa chilena?

-He escuchado con la mayor atención la presentación del agente Van Klaveren, así como la de los juristas que defienden la causa chilena. Sobre el fondo de los argumentos de la posición de Chile corresponde pronunciarse a nuestros juristas. Sobre la forma, no puedo sino dejar constancia de mi satisfacción por las expresiones alturadas que he escuchado de parte de todos los expositores. No podía ser de otra forma, pues se trata de una controversia de estricto carácter jurídico.

-Había temores previos en ambos lados de que los alegatos iban a ser más duros e iban a producir un clima de tensión entre los países.

-Realmente me parece que el tono ha sido el adecuado. En Chile he notado mucho respeto por la posición peruana, realmente no ha habido ninguna voz que uno pueda rechazar y eso es lo que he informado a mi gobierno, que el tono en Chile en general ha sido moderado, desde el Presidente Piñera hasta las personas que he visto en la televisión a las que se les ha consultado.

-Hubo un trabajo previo de ambos gobiernos para que esto transcurriera de esta forma.

-Este ha sido un tema que se ha trabajado de manera muy minuciosa, con mucho detalle, y para ello se ha contado además con la colaboración de las entidades de la sociedad civil. Por ejemplo, la fundación Chile 21 y el Centro Peruano de Estudios Internacionales; los consejos empresariales de los dos países, con una muy notable actitud de Juan Eduardo Errázuriz y Juan Francisco Raffo; el llamado que hicieron los escritores Mario Vargas Llosa y Jorge Edwards; y finalmente la actitud asumida por los Presidentes Piñera y Humala ha sido muy impactante. Ese saludo en Lima el viernes último con motivo de la cumbre de Unasur y la declaración posterior que hicieron en conjunto fue determinante para que este clima se preservara.

-El prólogo con antecedentes históricos de la memoria peruana había creado cierto resquemor en Chile y se pensaba que el agente Allan Wagner iba también a hacer referencia a lo mismo.

-No, el Perú está absolutamente convencido de sus argumentos jurídicos y no iba a distraer la atención de los jueces mencionando temas que no fueran jurídicos. Para nosotros lo central del tema es jurídico, nuestro apego al derecho y la nueva normativa del derecho del mar, eso es lo que se ha querido enfatizar. El preámbulo con los antecedentes históricos es un poco para que los jueces, si es que no tienen conocimiento de la historia del Perú, tengan un background de cuál es la historia de la frontera peruano-chilena.

-¿Cómo ha vivido la comunidad peruana residente este proceso?

-Personalmente me he ocupado de que la comunidad peruana esté tranquila y que esté informada de que ésta es una controversia jurídica, no una controversia política, ni rivalidad entre Perú y Chile. Así se los manifesté con motivo de la fiesta nacional del 28 de julio ante 15 mil migrantes y el 31 de octubre en la Catedral de Santiago (misa por el Señor de Los Milagros). Allí les dije que venía una situación de cierta complejidad, pero que había que guardar discreción y que no se cayera en provocaciones si las hubiere. Hasta ahora no hemos percibido ninguna situación anómala dentro de la comunidad peruana, ni se ha reportado ninguna situación que pueda llamarnos la atención.

-¿Usted mismo en su labor no ha sido objeto de algún gesto inadecuado o de hostilidad en este periodo?

-Todo lo contrario, y es algo que me llena de emoción. Con mi señora (Consuelo Salinas), que es muy activa en la sociedad chilena y desarrolla una labor de ayuda social bastante reconocida, hemos recibido un montón de llamadas de gente que nos quiere invitar, que nos dice que esto en lo personal no nos va afectar, que la amistad va a permanecer. Eso nos llena de satisfacción y realmente nos compromete a seguir trabajando por el buen futuro de la relación peruano-chilena.

-¿Qué impacto puede tener en los vínculos bilaterales más duraderos el hecho de que Perú haya demandado a Chile?

-Mientras la controversia se mantenga en el ámbito jurídico, las relaciones no se van a ver afectadas y para eso hemos trabajado durante todos estos meses, para que justamente todos los mecanismos de la relación bilateral estén vigentes. La relación se mantiene en un magnífico nivel y la coronación de eso ha sido la forma como los Presidentes Humala y Piñera se expresaron públicamente en vísperas de los alegatos.

"Creo que no hay ningún otro tema" (de delimitación

-¿Hay garantías absolutas de que el fallo, cualquiera sea éste, las partes lo van a cumplir?

-Absoluta garantía. El compromiso del Presidente Humala y el Presidente Piñera es absolutamente incuestionable y esa es la tranquilidad que tenemos los pueblos de los dos países y la comunidad internacional también puede estar absolutamente tranquila. Esta controversia se mantiene en el ámbito jurídico y, como tal, el fallo será cumplido. Quizás habrá algunas expresiones de descontento, pero no creo que haya expresiones de rechazo al cumplimiento del fallo.

-Cuando en 1999 se firmó el acta de ejecución de los últimos asuntos para completar la aplicación del Tratado de 1929, el canciller peruano dijo que ya no quedaban temas pendientes en aspectos limítrofes entre ambos países, pero una década después Chile aparece demandado ante La Haya.

-Mucho se ha especulado sobre los acuerdos de 1999, por medio de los cuales Chile entregó al servicio del Perú un malecón de atraque, una estación de ferrocarril y una estación de aduana y se dio un régimen administrativo para toda esta servidumbre a favor del Perú. Yo presidí esa comisión negociadora, los cancilleres en ese momento eran Fernando de Trazegnies y Juan Gabriel Valdés. En esa ocasión se dijo que todos los temas de delimitación terrestre estaban concluidos; pero yo, que tenía una relación estrecha con el canciller Trazegnies, le escuché decir que si continuaba en el gobierno, le hubiera gustado trabajar el tema de la delimitación marítima. Esperamos que este asunto termine el primer semestre del próximo año y creo que no hay ningún otro tema.

-El fallo sobre este caso se conocerá cuando en Chile esté en pleno desarrollo la campaña presidencial. ¿No teme que esto pueda convertirse en un tema de la contienda electoral y eso perturbe las relaciones?

-Hasta ahora he visto una posición de altura de todos los grupos políticos chilenos. No me corresponde referirme al futuro, pero lo que he visto hasta ahora ha sido una posición muy unida y no vislumbro que la dinámica de la relación entre el Perú y Chile vaya a cambiar después del fallo. En general, por mis conversaciones con todos los grupos políticos y de la sociedad civil de Chile, he visto que todo el mundo quiere preservar estas buenas relaciones entre los dos países y creo que se va a conservar. No tengo ningún temor que el fallo vaya a perturbar esta dinámica que ya se ha impuesto.