Por primera vez, astrónomos pudieron observar una etapa clave del proceso de formación de un planeta gigante, ubicado a más de 450 años luz de la Tierra, alimentado a través de enormes flujos de gas.
Gracias al radiotelescopio ALMA, ubicado en el desierto de Atacama, los investigadores pudieron observar este momento clave, que confirma la teoría del nacimiento de planetas gigantes gaseosos.
Los astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) estudiaban una estrella joven, llamada "HD 142527", que se encuentra rodeada por un gigantesco disco de gas y de polvo cósmico, los restos de la nube que dio origen a la estrella.
De acuerdo con los especialistas, los planetas gigantes crecen al absorber el gas del disco exterior a través de corrientes que forman puentes a lo largo de la división en el disco.