No se calma, y la sangre llegó al río. Justin Bieber volvió atacar al integrante de One Direction, Liam Payne, quien consideró que, a diferencia de la pena que siente como solita el canadiense en sus giras, no tiene su felicidad pues cuenta con el apoyo de sus compañeros.
"Es incomprensible que al sentirme mal voy a recurrir a terceras personas. Yo soy un cantante que viajo mucho y eso no impide que pueda estar en contacto con mis familiares y amigos. Ellos nunca me han faltado, y no tendrían que hacerlo", explicó el intérprete de One Time.
Por último, el canadiense nombró las razones de los problemas, sobre todo de los fans de One Direction. "Hay personas que hablan más de lo que pueden hacer" y "a veces el éxito permite que eso suceda con el único concepto de buscar popularidad", descargó.