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Miércoles 16 de enero 2013

Presidente Regional de Cusco: el diálogo genera paz e inversión

El desarrollo de la "Ciudad Imperial" es prioridad para Jorge Acurio.
Presidente Regional de Cusco: el diálogo genera paz e inversión
Foto: diario La Primera.

El presidente del Gobierno Regional de Cusco, Jorge Acurio Tito, apuesta por el diálogo para superar las diferencias que luego generan conflictos. Quiere sacar de la pobreza y la desnutrición a los pobladores de las comunidades campesinas de las zonas más alejadas y, con el apoyo del Gobierno, lucha por grandes obras para su querido Cusco, del cual se siente orgulloso. Por lo pronto ya encaminó el Aeropuerto Internacional Chinchero, la reconstrucción del Hospital Lorena y el asfaltado de 1,500 metros cuadrados de pistas.

A casi dos años de asumir la presidencia regional, ¿cuál es su evaluación?

Los hemos abocado a trabajar proyectos anhelados en la región, uno de ellos es el Aeropuerto Internacional de Chinchero, que ha esperado 40 años. Estamos culminando el aspecto legal de la expropiación del terreno de 3´570,000 metros cuadrados que será entregado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones. En el 2013 se dará en concesión para de inmediato iniciar la construcción que durará cinco años, dos primeros de trabajo de movimiento de tierras y tres para la construcción propiamente dicha.

—¿Ya llegaron a un acuerdo con los propietarios sobre el precio?
—El valor del metro cuadrado es de 20 dólares. El ministerio lo había tasado en 4 dólares y los campesinos pedían 40 dólares, pero a través de un proceso arbitral se llegó al precio de 20 dólares.

—¿En cuánto a la viabilidad técnica, ya no hay problemas?
—La viabilidad técnica está totalmente zanjada. Luego de una exhaustiva evaluación, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) ha determinado que es viable. Se han realizado los estudios meteorológicos, geofísicos, geológicos, topográficos y otros. Empresas internacionales de prestigio han hecho más de mil 500 millones de simulaciones de despegue y aterrizaje. Está demostrado que se cumplen las especificaciones técnicas, eso lo tienen claro el ministerio de Transportes y la Dirección de Aeronáutica Civil. Actualmente el Aeropuerto Internacional Velasco Astete recibe un millón y medio de turistas al año y con el nuevo aeropuerto llegaremos a cinco millones de pasajeros.

—Será necesario mejorar la infraestructura turística…
—Habrá un proyecto de ordenamiento territorial y de desarrollo urbano en el área de influencia del aeropuerto internacional de Chinchero que comprende las provincias del Cusco, Anta, Calca y Urubamba. En ese radio de influencia estamos proyectando vías de conectividad y ferrocarriles, estamos viendo también el tema de hoteles y restaurantes.

—¿Qué se hará en el área que dejará el aeropuerto Velasco Astete?
—En esa área de 1`500,000 metros cuadrados se construirá un centro cívico y se creará un nuevo centro financiero. Esto permitirá descongestionar el Centro Histórico Monumental del Cusco que se está deteriorando porque a lo largo de la Av. El Sol funcionan instituciones públicas, financieras, eclesiásticas, etc. Todo eso se trasladará al espacio que hoy ocupa el aeropuerto.

NARCOTERRORISMO

—¿Cuál es el principal problema que afecta a la región Cusco?
—Es el tema de seguridad. Pese a que no estamos inmersos en el Vraem, tanto en el Alto Urubamba como en el Bajo Urubamba y La Convención, tenemos el problema del narcoterrorismo.

—¿Cómo enfrenta Cusco este problema?
—Trabajamos en conjunto con el Gobierno Nacional y actuando no sólo de manera militar y policial, sino también de manera social y política. Con una inversión de 750 millones de soles se construirá a lo largo y ancho de la región 1,500 metros cuadrados de asfaltado en bicapa o asfalto económico. Estamos llevando desarrollo a las zonas de menos recursos, con instalación de centros de salud, colegios, vías, proyectos productivos que significan café, cacao y frutas.

—¿Los casos de violencia y narcotráfico afectaron el turismo?
—Gracias a Dios, no. Hace poco un reporte nos ha considerado como la región con mayor crecimiento el 2012 con el 13.7% y el turismo se incrementó en 16%.

—¿No hay conflictos sociales?
—Hoy, como nunca antes, el Cusco vive en paz social. El 1% del territorio está en conflicto por el narcoterrorismo, algo que nos preocupa, pero el 99% del territorio vive con tranquilidad.

—¿Fue difícil atraer la inversión?
—Yo soy del Partido Nacionalista Peruano y al inicio pensaban que íbamos a cerrar la inversión privada pero no fue así. Atraemos la inversión privada, pero con reglas de juego claras y con beneficios directos para la población. Fruto de ello está disminuyendo la pobreza.

Tenemos la suerte de tener una mayor cantidad de ingresos con el Gas de Camisea por los impuestos y regalías y eso lo estamos invirtiendo en centros de salud, en Educación, en infraestructura vial, en saneamiento básico.

SIN SERVICIOS BÁSICOS

—¿Cuánta gente no tiene acceso a los servicios básicos en el Cusco?
—En pleno siglo XXI, alrededor del 40% de comunidades campesinas no tienen agua ni desagüe y tampoco electricidad. Estamos trabajando intensamente con los gobiernos locales para superar esta situación. Apostamos por la desconcentración de la economía. Hoy transferimos recursos a los gobiernos locales para que hagan obras. Hay un trabajo amplio desde abajo, desde adentro, como manda nuestra filosofía.

—¿Tiene contacto con las comunidades campesinas?
—Hace poco nos reunimos con los representantes de 1,052 comunidades campesinas para conocer y solucionar sus problemas. Trabajamos con los alcaldes de centros poblados, distritales y provinciales. En el Cusco trabajamos con todos los partidos políticos. El único color es el del Cusco y la única ideología es la del Tahuantinsuyo.

DIÁLOGO ES LA CLAVE

—¿El gobierno regional apuesta por el diálogo para resolver los conflictos?
—Nunca ha sido sostenible salir a las calles y esperar 2 ó 3 muertos para recién sentarse en la mesa de diálogo. Eso, lamentablemente, ha ido sucediendo no sólo en el Cusco, sino en el Perú; sin embargo, estamos revirtiendo las cosas. Primero nos sentamos a dialogar y si no hay entendimiento, bueno, saldremos a las calles. Creo que el Cusco está entendiendo eso. Es necesario decirle NO al anarquismo, al extremismo y a las personas que quieren disociar al pueblo.

—La falta de diálogo hizo que se agravara el caso Conga ¿Qué le diría a Gregorio Santos?
—A Gregorio Santos le diría que, por favor, trate de dejar atrás el unipersonalismo. Ese sectarismo que dice yo soy el primero y los otros después, no sirve de nada. Tenemos que respetarnos entre autoridades. Valoro la responsabilidad de llevar adelante la voluntad del pueblo, pero el pueblo tiene que ser bien informado. El pueblo tiene que beneficiarse con este tema del agua.

Mi colega de Cajamarca, lo que está haciendo es pensar en una candidatura potencial, pero ¿sacrificando el desarrollo de su pueblo? Hay que apostar por el crecimiento, el desarrollo, la inclusión, y eso con diálogo y concertación.

—¿Qué gran obra quiere hacer en el Cusco?
—Son muchas. Una de ellas es erradicar definitivamente la desnutrición crónica infantil que a nivel regional llegamos al 34%. Esperamos bajar hasta un 9% el porcentaje de desnutrición. Hemos invertido 240 millones en proyectos de saneamiento básico.

Hemos desarrollado el programa denominado Chuspita Escolar, que significa acercar útiles y alimentación a los niños. Tenemos el programa Wawa Kuna 3000 de 0 a 3 años, y otro de 3 a 5 años, en que a los niños los educamos, nutrimos, y los formamos para que luego sean agentes productores.

—¿Es posible insertar a los pueblos lejanos en el mundo de la tecnología?
—Es muy complicado educar a nuestra gente cuando las comunidades lejanas no tienen acceso a Internet. Por eso, en los 1,500 km que estamos asfaltando con pavimento básico estamos poniendo banda ancha, para que los pueblos más alejados tengan acceso a Internet.

—¿Irá por la reelección?
—Eso lo decidirá el pueblo en su momento. El poder lo da el pueblo y hay que ser muy respetuoso de la voluntad popular.

—¿Cómo se inició en la política?
—Vengo de las canteras del Nacionalismo. Mi madre ha sido tres veces alcaldesa de un distrito muy populoso y con ella aprendí a trabajar en favor de la gente. Luego fui alcalde de ese mismo distrito. Culminada esa gestión asumí el encargo del pueblo del Cusco en el Gobierno Regional, que es el más importante del país.

—¿El más importante?
—Que me disculpen mis colegas de otras regiones, pero lo considero así, porque Cusco es la capital arqueológica histórica del Perú, es el ombligo del mundo y el Perú es conocido por Machu Picchu. Me siento orgulloso de ello.

LA DESLEALTAD

—¿Algo lo ha decepcionado de la política?
—La gestión regional, pública en general, trae muchas ambiciones. Más aún cuando ven que el gobierno regional cuenta con grandes recursos. Hay gente que quiere generar zozobra. Ante ello hay que bañarse en ruda, bañarse bien en aceite y seguir adelante. Decirles a los rivales políticos que hay tiempo de felicidad, de tranquilidad, tiempos de confrontación y tiempos electorales. Pero hoy es tiempo de trabajo.

—¿Se refiere a su vicepresidente?
—Mire nosotros tenemos 16 consejeros, pero apareció un consejero 17, que es el vicepresidente, quien fue incluido en mi lista invitado por mi persona y en lugar de apoyar y trabajar se ha dedicado a poner trabas. Hay ambiciones y deslealtades. Sin haber sido elegido por el pueblo, quiere asumir cargos difamando y distorsionando. El pueblo, sin embargo, será el que finalmente juzgará el accionar de sus autoridades.

—¿Tiene una buena relación con el presidente Ollanta Humala?
—Sin el presidente Ollanta Humala no se hubiera podido concretar lo del aeropuerto en Chinchero. El gobierno central asumió el costo del 50 por ciento de los 1,500 kilómetros de pavimentación, la obra cuesta 750 millones. El presidente Ollanta Humala también nos está ayudando a reconstruir el hospital Antonio Lorena, que tiene 75 años de antigüedad y es de adobe, pero tendrá una infraestructura inteligente y moderna (Con información del diario La Primera).


DIÁLOGO ES LA CLAVE

—¿El gobierno regional apuesta por el diálogo para resolver los conflictos?
—Nunca ha sido sostenible salir a las calles y esperar 2 ó 3 muertos para recién sentarse en la mesa de diálogo. Eso, lamentablemente, ha ido sucediendo no sólo en el Cusco, sino en el Perú; sin embargo, estamos revirtiendo las cosas. Primero nos sentamos a dialogar y si no hay entendimiento, bueno, saldremos a las calles. Creo que el Cusco está entendiendo eso. Es necesario decirle NO al anarquismo, al extremismo y a las personas que quieren disociar al pueblo.

—La falta de diálogo hizo que se agravara el caso Conga ¿Qué le diría a Gregorio Santos?
—A Gregorio Santos le diría que, por favor, trate de dejar atrás el unipersonalismo. Ese sectarismo que dice yo soy el primero y los otros después, no sirve de nada. Tenemos que respetarnos entre autoridades. Valoro la responsabilidad de llevar adelante la voluntad del pueblo, pero el pueblo tiene que ser bien informado. El pueblo tiene que beneficiarse con este tema del agua.

Mi colega de Cajamarca, lo que está haciendo es pensar en una candidatura potencial, pero ¿sacrificando el desarrollo de su pueblo? Hay que apostar por el crecimiento, el desarrollo, la inclusión, y eso con diálogo y concertación.

—¿Qué gran obra quiere hacer en el Cusco?
—Son muchas. Una de ellas es erradicar definitivamente la desnutrición crónica infantil que a nivel regional llegamos al 34%. Esperamos bajar hasta un 9% el porcentaje de desnutrición. Hemos invertido 240 millones en proyectos de saneamiento básico.

Hemos desarrollado el programa denominado Chuspita Escolar, que significa acercar útiles y alimentación a los niños. Tenemos el programa Wawa Kuna 3000 de 0 a 3 años, y otro de 3 a 5 años, en que a los niños los educamos, nutrimos, y los formamos para que luego sean agentes productores.

—¿Es posible insertar a los pueblos lejanos en el mundo de la tecnología?
—Es muy complicado educar a nuestra gente cuando las comunidades lejanas no tienen acceso a Internet. Por eso, en los 1,500 km que estamos asfaltando con pavimento básico estamos poniendo banda ancha, para que los pueblos más alejados tengan acceso a Internet.

—¿Irá por la reelección?
—Eso lo decidirá el pueblo en su momento. El poder lo da el pueblo y hay que ser muy respetuoso de la voluntad popular.

—¿Cómo se inició en la política?
—Vengo de las canteras del Nacionalismo. Mi madre ha sido tres veces alcaldesa de un distrito muy populoso y con ella aprendí a trabajar en favor de la gente. Luego fui alcalde de ese mismo distrito. Culminada esa gestión asumí el encargo del pueblo del Cusco en el Gobierno Regional, que es el más importante del país.

—¿El más importante?
—Que me disculpen mis colegas de otras regiones, pero lo considero así, porque Cusco es la capital arqueológica histórica del Perú, es el ombligo del mundo y el Perú es conocido por Machu Picchu. Me siento orgulloso de ello.

LA DESLEALTAD

—¿Algo lo ha decepcionado de la política?
—La gestión regional, pública en general, trae muchas ambiciones. Más aún cuando ven que el gobierno regional cuenta con grandes recursos. Hay gente que quiere generar zozobra. Ante ello hay que bañarse en ruda, bañarse bien en aceite y seguir adelante. Decirles a los rivales políticos que hay tiempo de felicidad, de tranquilidad, tiempos de confrontación y tiempos electorales. Pero hoy es tiempo de trabajo.

—¿Se refiere a su vicepresidente?
—Mire nosotros tenemos 16 consejeros, pero apareció un consejero 17, que es el vicepresidente, quien fue incluido en mi lista invitado por mi persona y en lugar de apoyar y trabajar se ha dedicado a poner trabas. Hay ambiciones y deslealtades. Sin haber sido elegido por el pueblo, quiere asumir cargos difamando y distorsionando. El pueblo, sin embargo, será el que finalmente juzgará el accionar de sus autoridades.

—¿Tiene una buena relación con el presidente Ollanta Humala?
—Sin el presidente Ollanta Humala no se hubiera podido concretar lo del aeropuerto en Chinchero. El gobierno central asumió el costo del 50 por ciento de los 1,500 kilómetros de pavimentación, la obra cuesta 750 millones. El presidente Ollanta Humala también nos está ayudando a reconstruir el hospital Antonio Lorena, que tiene 75 años de antigüedad y es de adobe, pero tendrá una infraestructura inteligente y moderna.

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