Rusia comenzó la destrucción de sus armas químicas complejas que también contienen explosivos y metralla. También se supo que para la destrucción de armas químicas se utiliza una tecnología segura desarrollada en Rusia.
Además, Rusia destruyó todos los agentes tóxicos guardados en recipientes (iperita y lewisita). Actualmente continúa la destrucción de las municiones que contienen sarín, somán y VX.
En total han sido destruidas más de 28.000 toneladas de agentes tóxicos, o el 70% de las existencias del arma química rusa.
Rusia, EEUU y 186 países más procedieron a la destrucción de sus armas químicas en el marco del Convenio de Prohibición de Armas Químicas, que entró en vigor en 1997.