La cantante estadounidense Alicia Keys cantó el himno de su país en la apertura del Super Bowl XLVII entre los Ravens de Baltimore y los 49ers de San Francisco.
Con el estilo jazz, y con una vestimenta roja de infarto, Keys demostró que no necesita "playback" como Beyoncé en la toma de posesión del presidente Barack Obama.
Es más, el tema hizo que no solo los asistentes lloraran de emoción, sino también los propios jugadores de ambos equipos. Un hecho que ya es noticia mundial.