Medios rusos informaron que la provincia rusa de Cheliábinsk sigue calculando los daños causados por la caída del meteorito. 1240 personas tuvieron que solicitar asistencia sanitaria, entre ellas 299 niños, y 52 personas fueron ingresadas en hospitales, 13 de ellas niños.
Pese a que la gran mayoría de heridas fue causada por vidrios rotos, 21 pacientes se encuentran en estado de gravedad moderada.
Como consecuencia de la onda expansiva en la región de Cheliábinsk se rompieron parcialmente vidrios en 4.715 edificios, incluidos 3.724 edificios de viviendas, donde viven 100.000 familias. Hasta la fecha se ha logrado reparar las ventanas en más de 3.500 edificios dañados.
También se supo que todos los centros educativos de la región han retomado su funcionamiento normal. Asimismo se ha logrado mantener el funcionamiento normal de la calefacción (la noche de domingo los termómetros marcaron 15º bajo cero, 2º bajo cero de día).
Cabe recordar que la caída del meteorito fue avistada la madrugada del 15 de febrero en las regiones de rusas de Tiumén, Sverdlovsk, Cheliábinsk y Kurgán.