Rusia adoptará en 2014 una nueva versión del avión de ataque Su-25 especializada en destruir los sistemas antiaéreos enemigos, tales como el Patriot.
El nuevo avión recibió un sistema capaz de determinar la dirección de radiación de los radares enemigos y clasificar el tipo de fuente. Gracias a este sistema de lucha radioelectrónica, el piloto podrá saber a la radiación de qué tipo de radar está sometida su aeronave: de rastreo y seguimiento o de puntería. Una vez clasificada la fuente de radiación, el avión podrá generar interferencia activa y pasiva.
Además, el avión lleva un sistema de detección de radiación de láser o infrarroja y sistemas para contrarrestar los misiles, incluyendo la colocación de una 'cortina térmica' a varias distancias. A juzgar por los datos, se trata de la patente de una munición especial (expedida en Rusia en 2006).
El nuevo avión será capaz de cumplir sus misiones independientemente y actuar formando parte de un grupo de aviones de ataque y bombarderos convencionales.